Como un paño de agua tibia calificó el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Jorge Iván Bula, el plan presentado por el gobierno para enfrentar los efectos que sobre el crecimiento económico y en particular sobre el empleo tendrá la crisis económica mundial.

Según Bula, en materia de empleo el país tiene que lograr un acuerdo nacional en el que se incluya el compromiso de los gremios y empresarios para que no se pierdan más empleos y vitalizar el mercado interno frente a las dificultades que comienza a experimentar el mercado internacional.

El ministro de la Protección Social, Diego Palacios Betancourt, aseguró que la estrategia del Gobierno para enfrentar la crisis centrará su atención en varias tareas. La primera es una política fiscal anticíclica que contempla reducción de impuestos y aumento del gasto en infraestructura. También plantea garantizar el acceso al crédito externo e interno. Por último, proteger el empleo y promover la competividad.

Según el ministro Palacios, con esto se busca evitar la pérdida de empleos y lograr generar nuevos puestos de trabajo, con el apoyo de la cajas de compensación familiar y el SENA.

Aunque se mostró prudente respecto del aumento en la tasa de desempleo en los próximos meses y no se comprometió a establecer una proyección, reconoció que si la economía crece por debajo del 3 por ciento el país empezará a perder empleos. Las proyecciones del Ministerio advierten que por cada punto porcentual que pierda el Producto Interno Bruto (PIB) se pierden cerca de 200.000 empleos.

Según el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, el escenario internacional no ofrece razones para esperar un buen comportamiento en materia de empleo en el país. Estados Unidos por ejemplo, acaba de anunciar que su tasa de desempleo llegó a 7,6 por ciento, la más alta desde 1974, y en España se espera que alcance el 15 por ciento, casi el doble del promedio de Europa.

Por un lado, es de esperar una fuerte caída de las exportaciones hacia Estados Unidos. Por otro, el panorama económico que enfrenta Venezuela y las restricciones comerciales que recientemente Ecuador tomó frente a Colombia hacen preveer que la tasa de desempleo nacional siga creciendo.

Esto, seguramente, agregó Bula, tendrá efectos negativos sobre el crecimiento económico y, por supuesto, sobre el empleo, habida cuenta de una caída de los niveles de ahorro externo (verbigracia la generación de divisas) como de ahorro interno de la economía.

Ahora bien, los investigadores del Observatorio de Coyuntura Socioeconómica (OCSE) del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, se mostraron preocupados por la tasa de desempleo juvenil, que llegó a 19,9 por ciento (casi duplica la tasa de desempleo general, que cerró el 2008 en 10,6 por ciento).

Al respecto, el ministro Palacios advirtió que el Gobierno va a trabajar duro y que ya le solicitó al SENA fortalecer su colaboración con los colegios para que refuerce la formación técnica de los jóvenes antes de que salgan al mercado laboral.

Sin embargo, Bula advierte que es necesario trabajar en otros frentes como buscar elevar las tasas de retención escolar, fortalecer la inversión en ciencia y tecnología, adoptar medidas contra-cíclicas en materia de gasto social que mitigue el impacto de la crisis.

Según un estudio realizado por el OSCE de la Universidad Nacional y contratado por el Ministerio de la Protección Social, la tasa de desempleo de los jóvenes de los estratos socioeconómicos bajos llega al 28,9 por ciento, casi tres veces más que la tasa de desempleo general.