Desvalorización de la moneda hace de la capital japonesa la ciudad más cara del mundo PDF Imprimir E-Mail

Las vitrinas de Tokyo tienen su encanto. Atraen. Hasta que se descubre el precio: un par de zapatos cuesta en promedio un millón ochocientos mil pesos. ¿Qué tal un refrigerio como un emparedado y un cafecito? El primero vale unos 33 mil pesos y el café cerca de 22 mil si es de Colombia.

El motivo es la valorización del yen. El año pasado usted cambiaba un dólar por 110, hoy la transacción le permite recibir 96 por el mismo dólar.

El costo de un inmueble hace que un colombiano que trabaje o estudie en Tokyo viva en un apartamento más pequeño que el clásico apartaestudio en Bogotá o Medellín. Y aún más, debe compartirlo con alguien. Utilizando un diminuto espacio común, donde un computador, el espacio para dormir, comer y el mini baño traen a la realidad las historias narradas en Gulliver.

Por ejemplo, si uno de los dos ve televisión y el otro quiere un vaso con agua, tiene que pasar por encima y ser cuidadoso al regresar para no terminar en un desastre. Lo más curioso de la situación es que si alguno invita una amiga, la sala de visitas es la cama de alguno de los dos. El costo de arrendamiento para uno de estos clásicos en la capital del Japón está por el orden de los 3 millones 700 mil pesos mensuales, sin contar claro, con los servicios y pagos de administración.

Pocas cosas son tan caras en el Japón como las frutas. En Tokyo no existe ni remotamente una plaza o uno de esos mercados itinerantes que los bogotanos frecuentan semanalmente para deleitarse con una amplia variedad de estos saludables productos naturales. Allá es posible encontrar algunas frutas con precios razonables en un supermercado como las peras cultivadas en Japón, sin embargo, un banano, viene empacado y vendido individualmente por "un ojo de la cara", convirtiéndose en un artículo de lujo.

El cotizado banano puede costar más de 10 mil pesos. Una fresa, por ejemplo, es empacada como si fuera una joya. Una variedad típica del Japón puede salir por 33 mil pesos cada una. Un melón sobrepasa los 840 mil pesos. Pero el récord lo rompen las cerezas, que se venden en unas cajitas por un valor cercano a 1 millón 250 mil pesos.

En Tokyo todo cuesta un 40% más de lo que vale en un país como Italia, donde el costo de vida para un colombiano ya se hace oneroso.