Bogotá no debe extenderse hacia el norte PDF Imprimir E-Mail

Jorge Iván González, Director - Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID. Universidad Nacional de ColombiaBogotá, Marzo 26 de 2009. La Administración Distrital podría dejar pasar la oportunidad histórica de proponerle a Bogotá un modelo de ciudad que le apueste claramente a su densificación más que a su extensión hacia la Sabana, advirtió el profesor Jorge Iván González, director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional.

Las afirmaciones del académico, quien hasta el año pasado fue director del Proyecto para realizar el Informe de Desarrollo Humano de Bogotá, fueron hechas luego que el Concejo Distrital realizada un foro técnico para analizar la conveniencia de poner en marcha el Plan Zonal del Norte.

La presidenta del Concejo, Ángela Benedetti, propuso aplazar la expedición de decreto que reglamenta esta zona de la ciudad, hasta septiembre cuando se hagan los ajustes al Plan de Ordenamiento Territorial (POT). El desarrollo urbanístico de las 2.900 hectáreas del norte de la ciudad, para algunos críticos, es una concesión demasiado generosa a reconocidos y poderosos intereses privados.

Estación Transmilenio Bogotá. Foto: IDUA juicio del profesor González, expandir la ciudad hacia los municipios de Cota y Chía para resolver los problemas de déficit de suelo urbano es una opción que claramente muestra una intención de expandir la ciudad y esto es incompatible con un modelo de desarrollo urbano que le apueste a la densificación de la ciudad.

El reto de la Administración del alcalde Samuel Moreno es hacer un nuevo POT, que refleje las condiciones de una ciudad incluyente donde los pobres no tengan que recorrer toda la ciudad para ir a un hospital, donde los equipamientos estén cerca, con parques, salas de teatro, salas de cine, etc. Es fundamental caminar hacia la convivencia entre pobres y ricos; lograr que empiecen a convivir y que se genere una mayor mezcla socioeconómica en la ciudad, agrega el profesor González.

Esos grandes mensajes de renovación urbana los tiene que dar la actual Administración Distrital y, a pesar de la insistencia en poner en marcha el Plan Zonal del Norte, tiene espacios para hacerlo; en el centro de la ciudad, por ejemplo, hay que empezar a tumbar manzanas y proponerle a las universidades, grandes proyectos urbanísticos.

Hay que repensar el ordenamiento urbano de la ciudad, es decir que no se puede aprobar el Plan Zonal del Norte, más bien se debe comenzar a construir hacia lo alto y que los pobres empiecen a vivir en lo alto. Es mejor que una familia viva en un apartamento de 60 metros cuadrados en lo alto, que en 30 metros cuadrados en el suelo.

Si esta Administración firma el Plan Zonal de Norte, renuncia a una propuesta alternativa de ciudad, puntualizó el profesor González. El Plan está en el escritorio del Alcalde ¿Será que vamos a hacer una ciudad extensa hacia el norte, con todas las implicaciones urbanísticas que eso tiene, y con todas las que tiene desde el punto de vista de segregación?

Como está el plan actual, las viviendas serán para los ricos, se construirán casas de mil millones de pesos, con la reserva natural al lado, como lo han venido haciendo los urbanizadores privados; respetan las reservas naturales, pero para que los socios del club y los dueños de las casas las disfruten.

Entonces lo que se crea es un norte de ricos, y la gran discusión es que esa parte para vivienda de interés social, que debe ser el 20 o 25 por ciento (la Administración podría negociar el 50 por ciento), la están construyendo los urbanizadores en, por ejemplo, Usme para no ‘afear’ el norte, eso es vergonzoso, puntualizó el profesor González.