La Ciudad Latinoamericana en la era de la globalización PDF Imprimir E-Mail

Desarrollo e informalidad

John Jairo Betancur, profesor asociado, University of Illinois, Chicago, USABogotá, abril 01 de 2009. En el marco de la conferencia organizada por la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional de Colombia, el profesor John Jairo Betancur, especialista en estudios urbanos de la Universidad de Illinois, Chicago-USA, habló de lo que ha sido el desarrollo y, sobre todo, la expansión de la economía de la informalidad en América Latina.

Hoy, algunos hablan de la globalización neoliberal, lo cierto es que el neoliberalismo es el nuevo modo de acumulación: la desregulación, privatización, igualación de regimenes de propiedad y transacción, en realidad tratan de adaptar todo mercado a las mismas reglas de juego, nueva forma de relaciones entre los países con base en nuevo sistema de acumulación y continúa la colonización, que aun esta vigente.

En el tema social la globalización neoliberal ha entrado en el punto máximo del desarrollo del capitalismo, cada individuo es una unidad absoluta de consumo. El mercado ha existido en todas las sociedades, pero cuando el capitalismo lo toma y lo vuelve capitalista, este se vuelve dominante, En las sociedades anteriores el mercado no se había tomado el Estado y por lo mismo no dependía de él. Esta teoría la comparten varios analistas.

El capitalismo fue penetrando en la sociedad, el mercado se fue estrechando y para ampliarse a su máxima expresión tuvo que individualizar a la sociedad. El último censo de Estados Unidos arrojó que el 41 por ciento de la población vivía sola, eso quiere decir que cada persona tiene una casa, uno o varios televisores, cada persona va al mercado, el ideal del capitalismo sería que cada persona viviera sola para que tuviera que consumir más productos, más bienes, sería le fin del capitalismo pues ya no se podría ampliar más.

La célula de este capitalismo es el individuo; ya no hablamos de los derechos de las comunidades, si no de los derechos humanos individuales; ya no necesitamos consumir productos para la familia, si no productos individuales. Hemos pasado de un sistema de consumo colectivo a un sistema de consumo individual.

Ciudades archipiélago Es una metáfora que explica como en la ciudad actual los grupos sociales se han polarizado tanto que viven dentro de la misma ciudad en espacios distintos, entonces está: la unidad cerrada de vivienda exclusiva de clase media y alta, el edificio a donde solo entran los que viven ahí, el garaje, el centro comercial, los sistemas de circulación han privilegiado las concesiones de clase que llevan a esta gente de una isla a la otra, el resto de la sociedad queda relegada a lo que sobra, en ese sentido sus oportunidades, acceso y capacidad de desarrollarse está limitada a lo que les dejen.

En materia de política la globalización neoliberal ha convertido a la democracia en consumo. Venta de imagen, suben los presidentes mesías, el debate no existe, la oposición no cabe: ¿democracia sin oposición?, ¿es una homogenización? La globalización, en cuanto a transformación profunda, lleva todo al concepto del consumo.

Desde que este régimen ha llegado a América Latina las cosas no han cambiado: aún hay países desarrollados y subdesarrollados; países que tributan y países que reciben tributos; geografías de riqueza y de miseria, y las unas dependen de las otras.

Bajo esta globalización la economía de América Latina ha asumido tres dimensiones: vivir para pagar deudas (América Latina es una fuente de riqueza para los bancos de E.U. para los países del Norte es muy importante mantener las deudas con la región) es lo prioritario, por lo mismo toda la riqueza que produce va para pago de deuda, economías que habían emprendido procesos de industrialización están siendo reversados: ya no se produce, se maquila. Y por último, en cambio, nos hemos concentrado en explotar los recursos naturales mas intensamente en las agroindustrias (productos semi-procesados enviados al norte donde realmente le fijan su valor). Estamos produciendo acumulación para otros.

Todos los indicadores comprueban que no han aumentado su competitividad los países de Latinoamérica; en cambio, en lo que somos competitivos es en mano de obra barata, recursos naturales baratos, industrias semi-procesadas.

En América Latina hay una amplia privatización del patrimonio colectivo (caso México -que vendió a la mitad del precio real su empresa de teléfonos-, Argentina, Chile, etc.) El Estado está creando las posibilidades para que las multinacionales vengan y se enriquezcan, también ha creado los presupuestos de seguridad que han crecido enormemente y ninguna multinacional cubre esa seguridad de la que se benefician.

Lo que hace posible este modelo es la informalización de la economía, de lo contrario serían inviables las economías de América Latina. Dicha informalización hace de todo: es la que mantiene a la gente (se le pasa la responsabilidad al trabajador), que debe responder con un salario mínimo (a veces llamado salario integral) a todas las necesidades básicas: salud, educación, vivienda, vestido, etc.

Esta informalización no puede ser entendida solo como los llamados ‘vendedores ambulantes’; también los profesionales y la clase media están incluidos aquí. La informalización es una válvula de escape social. Es, además, la forma más flexible que existe en horas, horarios, productos, etc.

La economía informal hace posible la formal; la economía formal explota a la informal. La formal lo es hasta donde le conviene. Para la gente es más importante la economía informal que la formal porque produce mayor reproducción de la fuerza de trabajo

En los años 50 América Latina era la región más desarrollada del Sur, Asia estaba muy por debajo; a partir de los 70 América Latina empezó a ponerle atención a las multinacionales quienes se apropiaron y definieron de ahí en adelante sus economías, Asia permitió que ellas dirigiera sus economías, y desde entonces los dos han tenido

direcciones diferentes: Asia una de desarrollo, América Latina una de subdesarrollo. Ya en los 80, América Latina iba para abajo. Joseph Stiglitz dice que los países que adoptaron las doctrinas neoliberales, son hoy los más subdesarrollados; al contrario de quienes no lo hicieron.

En la década de los 80 el promedio anual de crecimiento del PIB fue del 1.6 por ciento; en los años 1990 y 2004 fue 2 del por ciento; en cambio en los 50 fue del 5 por ciento igual que en los 60. Quiere decir que cuando América Latina adoptó el neoliberalismo empezó a echar para abajo: América Latina no ha dirigido sus economías desde 1980.

En 1980 el FMI y el BM, cuando los países de América Latina entraron en crisis de deuda, les exigieron a cambio manejar sus economías, financieramente. Entre el 83 y el 88 hubo 29 reestructuraciones de deuda con bancos privados en América Latina, entre 1989 y 2004 hubo 70 arreglos financieros con los 17 países más desarrollados de América Latina, a raíz de estos arreglos, todos los países de la región tuvieron que reformar sus economías.

En 2004 tenía una deuda de 770 billones de dólares y pagó 121 millones en el servicio de la deuda, esto significó una pérdida de 331 millones por día, 8 millones por hora. Las dos últimas décadas la deuda total de la región ha oscilado en el 50 por ciento del total del PIB en la región.

Según la CEPAL, después de un periodo continuo de caída de la inversión extranjera en América Latina desde 1980, esta aumentó por primera vez en 2004 en un 38.4 por ciento para un total de 43.900 millones, pero ese mismo año salieron 46.900 millones en pago de deudas y formación de activos en el exterior.

En los 70 más o menos el 30 por ciento de la población urbana estaba ocupada en empleos informales (es un dato muy inexacto pues no se llevaban estas estadísticas) hoy en toda América Latina la informalidad oscila entre 40 y 70 por ciento, en Bolivia es del 70 por ciento así como en casi toda Centroamérica, en Colombia es el 54 por ciento. Mientras que en el periodo de 1950 a 1980 la economía formal contribuía con 4 de cada 5 nuevos empleos; a partir de 1990 seis de cada 10 nuevos empleos son creados en la economía informal, y 9 de cada 10 son servicios de baja productividad.

La economía de la informalidad en Estados Unidos está creciendo enormemente, es un gran mecanismo que utiliza a los indocumentados porque los emplean en actividades que no están registradas, los dueños de vivienda, por ejemplo, tienen que hacer reparaciones entonces en vez de contratar una compañía establecida, dan el trabajo a esta gente que les cobra menos. Se establece una relación entre propietario y trabajador indocumentado.

También hay otra economía informal, más sofisticada, la de la clase profesional que a través del computador ha creado empresas que no están registradas en ninguna parte y no pagan impuestos -y por el anonimato de la red logran obtener clientes y hacer todo un trabajo de economía informal-; la de los pobres es más regulada, más perseguida. La mayor expresión de informalidad en América Latina es la vivienda. Entre el 40 y el 70 por ciento de la vivienda ha sido producida informalmente, bien sea porque el suelo no es legal o porque construyen sin permisos, violan códigos – aún la clase media lo hace –.