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Analistas de la UN dan sus perspectivas sobre temas clave del 2016


Expertos de la Facultad de Ciencias Económicas y del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia dan a conocer sus análisis y opiniones sobre algunos de los principales hechos que marcarán la agenda noticiosa del 2016. Ellos exponen sus ideas sobre temas como el energético, infraestructura, migración internacional, el papel de China en la economía mundial, los retos del nuevo alcalde de Bogotá y los desafíos de la productividad local.

    
Bogotá D.C., 21 de diciembre de 2015 (Comunicaciones FCE – CID) Sin lugar a dudas, más que en otros años, uno de los principales protagonistas del 2016 será el tema económico, debido a que todos los colombianos, de una u otra forma, se verán afectados por la inflación, la devaluación, la disminución de las exportaciones y la precaria producción industrial, factores que han influido en la precarización del poder adquisitivo. El fenómeno de El Niño se sumará a las dificultades que afrontará el país en los próximos 12 meses por la deficiente planeación del sector. Entre tanto, en el entorno internacional, la crisis migratoria en Europa y el desempeño de China seguirán en la agenda mundial.
 
Por falta de planificación, sector energético seguirá en crisis
 
Palabras clave: gas, petróleo, energía, termoeléctricas
 
Germán Corredor, Director del Observatorio de Energía del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. 
 
El 2015 fue un año difícil para el sector energético en su conjunto. Por un lado, la brusca caída de los precios y exportaciones de petróleo desencadenó una serie de problemas estructurales en la economía colombiana y, por otro, condujo el reacomodo de las industrias del sector, incluida Ecopetrol, que tuvieron que reestructurar sus planes de inversión, recortar personal y reducir costos.     
 
“El próximo año no será muy diferente. Los precios del crudo seguirán bajos, quizás no tanto como los actuales; por tanto, las finanzas públicas continuarán muy afectadas y, de paso, habrá dificultades en términos de impuestos y empleo, sobre todo en las regiones productoras del país”, indica el profesor Germán Corredor.   
 
En el caso del gas natural el panorama este año fue regular. La crisis del subsector se evidenció con la llegada del fenómeno de El Niño, que obligó a utilizar las termoeléctricas a su máxima capacidad; esto supuso más consumo de gas, un recurso escaso en el país en estos momentos. En la actualidad, varias termoeléctricas utilizan combustible líquido (gasolina o diesel), lo que ha elevado los costos de generación de energía hasta cuatro o cinco veces, un efecto que se verá reflejado en las facturas de los colombianos. 
 
Según el profesor Corredor, el cuello de botella del sector gasífero es de vieja data por la ineficiente actuación y regulación del gobierno. “Hay que resolver aspectos relacionados con el transporte del gas y terminar la construcción de la planta de regasificación en la Costa Atlántica, algo que resolvería, por lo menos, los picos de demanda sobre todo para la industria, que se ha visto seriamente afectada por la crisis”. 
 
En opinión del experto, la problemática energética –que considera se extenderá a lo largo del 2016– es claro ejemplo de la falta de políticas públicas serias y de largo aliento para incentivar el desarrollo de fuentes alternativas, como plantas solares o eólicas, las cuales, como lo ha demostrado la academia, tienen un potencial enorme en el país. 
 
Enfatiza en que hacer predicciones en lo energético es complejo por las variables que se deben tener en cuenta. Según los expertos, dice Corredor, El Niño podría extenderse hasta mayo, e incluso junio, lo que pondrá en jaque a las hidroeléctricas; es una mala noticia si se tiene en cuenta que los embalses están en promedio en el 66 % de su capacidad, muy por debajo de lo que suelen estar en épocas de verano normal (80 % o 90 %). El profesor destaca que si, en efecto, no llueve lo suficiente, habrá más presión para las termoeléctricas.
 
“Obviamente, lo ideal sería lograr que todas las centrales térmicas generaran energía de forma permanente cuando las hidroeléctricas no alcanzan a suplir la demanda; eso lo está tratando de solucionar el Gobierno con dificultad, porque hay problemas regulatorios que hicieron que algunas plantas incluso se retiraran por un tiempo, como fue el caso de Termocandelaria. Además, hay que tener en cuenta que el Gobierno, en su momento, no calculó los costos de poner a funcionar las termoeléctricas a largo plazo con combustible líquido, pues una cosa es funcionar con gasolina durante unos pocos días y otra, durante meses”, explica el investigador del CID. 
 
Por otro lado, añade que la sequía también hace mella en aquellas empresas que distribuyen y comercializan energía eléctrica (sobre todo las más pequeñas) y no tenían contratos de compra energética previos a la crisis; por ello, deben acudir a la Bolsa de Energía, donde los precios están muy altos. Lo más afectados, a la larga, serán los usuarios a quienes se les trasladarán los costos.     
“En conclusión, la actual crisis no es por falta de proyectos, pues tenemos suficiente capacidad instalada, sino de planificación, específicamente de regulación; la situación fue mejor manejada en el 2009. Creo que a Colombia le ha faltado definir una política energética que utilice mejor los recursos; es inconcebible, por ejemplo, que aún no tengamos energías renovables e incluso una industria a su alrededor”.
 
La próxima ola de infraestructura debería ser con las vías secundarias y terciarias
 
Palabras clave: vías 4G, río Magdalena, seguridad vial, logística 

José Stalin Rojas, Director del Observatorio de Logística, Movilidad y Territorio del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
 
Si bien, en términos generales el 2015 fue un periodo positivo en temas de infraestructura vial y de transporte, aún Colombia está a medio camino de lograr que esas nuevas carreteras (la mayoría todavía en construcción) y proyectos de conectividad se conviertan en una fuente de desarrollo real para todos los habitantes. Así lo asegura el profesor José Stalin Rojas, quien destaca el empeño del Gobierno de Juan Manuel Santos de impulsar iniciativas transcendentales para el país como la recuperación de la navegabilidad comercial del río Magdalena. 
 
En este caso, se destaca la reciente puesta en operación preliminar del Puerto Internacional de Barrancabermeja, desarrollado por la multinacional suiza Impala, a través del cual se esperan mover unos 1.5 millones de toneladas de carga seca y 3 millones de carga líquida. “Allí se hace una inversión muy alta, con grandes retos técnicos, para superar un atraso histórico que ha tenido un gran costo económico para el país”, dice el profesor Rojas.  
 
El docente señala que en el 2015 la concreción de la cuarta generación de carreteras (4G) también marcó un hito para Colombia, porque las regiones ahora se conectarán de forma más adecuada no solo con los mercados nacionales e internacionales, sino que también acercará a los colombianos con su país. 
 
Al respecto, en el año por concluir se lograron los cierres financieros de seis proyectos estratégicos 4G y se espera que en los primeros meses del 2016 se concreten otros cuatro. Además, se abrió la posibilidad de que algunos de los nuevos proyectos sean financiados a través de asociaciones público-privadas (APP), debido a la crisis económica que afronta el país, lo que implicará un reto de coordinación y desburocratización de las instituciones oficiales. Asimismo, el profesor Rojas destaca el reciente anuncio del Gobierno de promover las autopistas de la prosperidad con las vía 5G.          
 
No obstante lo anterior, para el analista de la UN el gran desafío es la recuperación de las carreteras terciarias y secundarias a lo largo y ancho del territorio nacional, pues estas constituyen la verdadera conectividad entre las zonas rurales de producción agrícola y los centros de consumo urbano. Según estimaciones del Departamento Nacional de Planeación en las próximas dos décadas se necesitarían 48 billones de pesos solo para las terciarias. “Las vías rurales son esenciales para el desarrollo del país y mejorar la calidad de vida de los campesinos, por eso debe existir un esfuerzo grande entre el Gobierno nacional, las gobernaciones y las alcaldías para habilitar estos corredores”.  
 
Otro elemento importante que destaca el docente de la FCE UN es la puesta en marcha de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la formulación de su respectiva política pública. “En cuanto a causas no naturales, las muertes por accidentes de tránsito son el segundo motivo de pérdida de vidas, después de las violentas. La estrategia integral que presentó el Gobierno está bien orientada en términos generales, pero habrá que hacerle un seguimiento constante a los proyectos y actividades que vendrán en los próximos meses para saber si la política funciona”.  
Por último, el experto menciona que en lo referente a las áreas de logística y competitividad el saldo fue regular para el país, algo que quedó reflejado en los rankings del Foro Económico Mundial del 2015, en los cuales, por ejemplo, Colombia quedó en el puesto 61 del Índice Global de Competitividad, por debajo de naciones como Costa Rica o Panamá.    
 
“No hemos podido avanzar en la reducción de los costos logísticos y tenemos un desarrollo medio en términos de nacionalización de mercancías, aunque ha habido avances significativos al respecto. Entre los principales traspiés está la lentitud de los trámites y deficiencias en infraestructura”, indica José Stalin Rojas.  
 
Recolectores y vendedores ambulantes, en vilo con la Bogotá de Peñalosa
 
Palabras clave: espacio público, reciclaje, Alcaldía
 
César Giraldo, Director del Grupo de Socioeconomía, Instituciones y Desarrollo del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
 
Si algo caracterizó la primera alcaldía de Enrique Peñalosa fue su decidido empeño por rescatar el espacio público, un hecho que, aunque fue bien recibido por el grueso de la población, llevó a una difícil coyuntura con los vendedores ambulantes. El profesor César Giraldo considera que este tema volverá a producir polémicas en la ciudad, debido a que los comerciantes informales temen una nueva ola de medidas en su contra con la entrante administración.
 
“Los bogotanos aún recuerdan que en el primer mandato de Peñalosa se llevó a cabo un desalojo violento de los vendedores ambulantes; incluso, se utilizaron buldóceres para derribar sus casetas. La pregunta es si él continuará con esa política o reconocerá a esta población como un actor con el que se debe llegar a acuerdos”, dice el economista de la FCE UN. 
 
En su opinión, la dificultad radica en que siempre se ha considerado a los vendedores ambulantes como un problema relacionado exclusivamente con el espacio público, y no como un fenómeno social dado por las dinámicas económicas de la sociedad colombiana. 
 
El profesor Giraldo recuerda que en el espacio público del Distrito Capital trabajan aproximadamente 140.000 personas y que unas 700.000 (familiares de los vendedores) dependen de esos ingresos para subsistir. “El próximo Gobierno distrital deberá reconocer todo el contexto social que rodea a estos ciudadanos y diseñar soluciones que no los criminalice. Sin embargo, no hemos visto que se haya pronunciado sobre el tema”.
 
Por otro lado, el investigador considera que otro tema social que estará bajo lupa en el 2016 es el de los recicladores, luego de que la Corte Constitucional dejara en firme la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio de desmontar el actual esquema de recolección de basuras. Aunque el fallo pide prestar especial atención a las condiciones de los recicladores, hay preocupación en el gremio ante el escenario de libre competencia que habrá con el futuro diseño de manejo de basuras.  
 
“La administración de Gustavo Petro creó un plan de reciclaje de basuras donde le dio a la población recicladora de oficio un acceso seguro a recursos económicos. Esto implicó establecer la empresa pública Aguas de Bogotá, para poderles pagar una tarifa a los recicladores; ese esquema llevó a una confrontación con las entidades de servicios públicos y la Procuraduría, porque se afirmó que atentaba contra la libre competencia. Sería bueno saber cómo procederá la administración de Peñalosa con este tema, que es una de las conquistas de la población recicladora. Lo ideal sería que se les siguiera respetando sus derechos y que el proceso con ellos avanzara de buena manera”.
 
Un año para reactivar la producción
 
Palabras clave: inflación, producción, industria, exportaciones
 
Ricardo Bonilla, integrante del Grupo de Protección Social del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
 
Para el economista Ricardo Bonilla el 2015 fue un año de transición entre un crecimiento más o menos sostenido, con tasas superiores al 4 %, a un proceso de ajuste, que era de esperarse, por la dependencia de la economía colombiana al vaivén de los precios de las materias primas. 
 
El exsecretario de Hacienda de Bogotá recuerda que los factores decisivos en este proceso fueron, por un lado, la destorcida de los precios del petróleo y el carbón, que significa una reducción importante de los ingresos públicos del país (cercano a los 12 billones de pesos) y como consecuencia un déficit sustancial en la balanza comercial y de cambios. Por otro, la menor cantidad de divisas por menos ingresos de exportaciones llevó a una súper devaluación, que condujo a que en muy pocos meses la tasa de cambio pasara de los 1.800 pesos a por encima de los 3.000 pesos. 
 
“Esto ha tenido efectos inmediatos en el ajuste de inflación y, simultáneamente, en la composición de la canasta del comercio exterior: estamos recibiendo menos ingresos por exportaciones, mientras que en la canasta de importaciones todavía no se ha producido el ajuste necesario, a pesar de que ya los colombianos sintieron el efecto de comprar bienes importados a precios notoriamente elevados. Desde ese punto de vista, tenemos una canasta comercial deficitaria, un índice de devaluación que supera lo esperado y un índice de precios que está en el doble de la expectativa del Banco de la República; por eso, el año cerrará con un índice de inflación por encima del 6 %, cuando la meta era del 3 %”, explica el académico.
 
La actual dinámica económica, dice el experto, debe llevar a que el país piense seriamente cómo revisar y reajustar la composición de la demanda entre productos importados y nacionales. En su opinión, la principal preocupación es si el país tiene la capacidad instalada para poder dinamizar la producción nacional. “Desafortunadamente, después de tantos años de revaluación, las industrias colombianas se volvieron obsoletas, no innovaron ni se pusieron al día tecnológicamente, por tanto no tienen cómo responder para ayudar a reactivar la economía colombiana”. 
 
El profesor Bonilla aclara que pese al rezago industrial aún se pueden producir bienes básicos y agrícolas que sustituyan las importaciones y, de esta manera, dinamizar el mercado de trabajo para el 2016, dado que en estos últimos meses la tasa de empleo ha sufrido un preocupante estancamiento.
 
A China hay que ofrecerle servicios
 
Palabras clave: desaceleración, consumo, turismo, crecimiento
 
Germán Nova, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia
 
Después de muchos años de adaptar su economía al mercado exterior y de estimular las exportaciones, China le dio un rápido viraje a sus políticas económicas para contrarrestar la reducción de la inversión y la crisis de su sector manufacturero, afectado por la menor demanda de regiones clave para sus intereses como Japón y Europa. De acuerdo con el profesor Germán Nova, experto en economía del lejano oriente, para sortear la situación China bajó su apuesta por la industria y se centró en estimular la demanda interna para aprovechar el potencial que supone tener cerca de 1.300 millones de habitantes. 
 
Sin embargo, el experto asegura que el giro no tuvo los resultados esperados, debido a que es muy distinto venderles a personas con un ingreso per cápita superior a los 40.000 dólares, que a sus propios ciudadanos, con un ingreso promedio de 8.000 dólares y proclives más al ahorro que al gasto. “Esto, al parecer, no lo calcularon muy bien las autoridades chinas; por eso la expectativa de reactivación económica no se cumplió. Con el nuevo plan quinquenal que puso en marcha el país, se replanteó la tasa de crecimiento anual, la cual no podrá bajar del 6,5 %. Esto confirma la tendencia de retracción, algo que continuará afectando al resto de las economías del mundo”.
 
Cabe destacar que por cerca de tres décadas China tuvo un crecimiento que rondó el 10 %, una cifra de la que se volvieron dependientes muchas economías del mundo, en especial las latinoamericanas, beneficiadas por la voraz demanda de materias primas del gigante asiático. Esa dinámica cambió en el 2014, cuando China creció un 7,4 %. Ahora se espera que al cierre del 2015 roce el 6,5 %, y algunos analistas prevén que en el 2016 no superará el 6,3 %. Según el profesor Nova, muchos países quisieran tener un crecimiento que supere el 6 %, pero para los estándares chinos esta no es una buena noticia. 
 
No obstante este panorama, Nova manifiesta que en términos generales China aún conserva su éxito económico, sostenido por varias décadas, por cuatro razones fundamentales. Primero: una tasa de cambio reevaluada que le permite vender los bienes que produce a precios muy bajos en el exterior. Segundo: al igual que la mayoría de las economías asiáticas, sus costos financieros son muy bajos, lo que contribuye a la dinámica y competitividad internacional de sus empresas. Tercero: su infraestructura se renueva al ritmo de sus necesidades, algo que se refleja en sus modernas autopistas, trenes de velocidad, puertos y aeropuertos. Y cuarto: aprovechando el tamaño de su economía, China ha sabido dinamizar las economías de escala (producir más a menores precios). 
 
Y ¿qué pasará con América Latina y sus relacionales con China? El académico insiste en que la región debe cambiar su modelo económico lo más pronto posible, superar la dependencia de los commodities y diversificar las exportaciones; de lo contrario será difícil superar el crecimiento del 2,4 % previsto para el 2016. 
 
“La próxima vigencia será especialmente difícil para Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela; pero el efecto chino también se sentirá en Chile y Perú, a pesar de tener buenas dinámicas comerciales con Asia. Por eso, considero que Colombia, más que productos, debe venderles servicios a los chinos, y el turismo es uno de los sectores que tendría mayores posibilidades si se buscan las estrategias adecuadas para llegar a ellos; esto ya lo han entendido muy bien los europeos. El hecho de que China saque de la pobreza a 300 millones de personas significa una demanda de servicios enorme; con 40 millones de turistas que llegaran de ese país a América Latina, nuestra región se fortalecería económicamente”, opina el académico.
 
Europa cae en el círculo vicioso
 
Palabras clave: migración, Medio Oriente, dictaduras, nacionalismo 
 
Francesco Bogliacino, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
 
El panorama político, económico e institucional del próximo año en Europa estará marcado por la polarización, principalmente frente a la vigorosa inmigración de ciudadanos del Medio Oriente, así como por las políticas que seguirán adoptando las naciones occidentales para contrarrestar la acción terrorista de los grupos extremistas islámicos. Al respecto, el profesor Francesco Bogliacino asegura que la llegada sistemática de refugiados coincidió con un desequilibrio institucional dentro de la Unión Europea producto de la crisis económica, que de alguna manera está poniendo a prueba a esta superestructura política.   
 
“La migración desbordada supone una enorme presión para algunos países, dado que los sitios de ingreso a Europa son limitados, y esto hace que esas naciones pidan más solidaridad de otras regiones del continente. Esto, sumado a la crisis económica, ha impulsado el resurgimiento de movimientos populistas de corte derechista, como los nacionalistas, que han radicalizado su discurso racista y piden el cierre de fronteras”, explica el docente de la FCE UN.    
 
De hecho, países tradicionalmente inclusivos y abiertos a apoyar a los refugiados están concediendo mayor espacio a los grupos ultraconservadores. Es el caso de Suecia, donde los Demócratas se posicionaron como el tercer movimiento político del país, con propuestas como marginar a los inmigrantes. 
 
Por otro lado, una de las grandes cuestiones que afronta el viejo continente es cómo intervenir en el Medio Oriente para lograr la estabilización de la región y acabar con el riesgo terrorista. Para el profesor Bogliacino, los líderes europeos vuelven a caer en los errores del pasado: incentivar la conformación de gobiernos autocráticos que minimicen el accionar de los grupos extremistas. “Esto es lo que se prevé ocurrirá en Siria. Luego de los atentados en Francia, de manera subrepticia se aceptó que el interlocutor con el Estado Islámico sea el presidente Bashar al-Ásad, por tanto ya no se habla de removerlo del poder”. 
 
El analista señala que se trata de la misma solución que se adoptó en Egipto luego de la Primavera Árabe; allí, después de la dimisión del presidente Hosni Mubarak en el 2011 (quien duró treinta años en el poder) y de elegir un presidente democrático en el 2012 (Mohamed Morsi, quien duró solo un año en el cargo), el poder fue capturado por el ejército a través de un golpe de Estado, en cabeza de Abdelfatah Al-Sisi. 
“Occidente de alguna manera ha apoyado los gobiernos autocráticos en el Medio Oriente, lo que no ha permitido el desarrollo de alternativas políticas; por eso, muchos de los pueblos de los países árabes terminan apoyando movimientos de inspiración islámica, no tanto por radicalización, sino porque ellos proponen una alternativa al sistema de corrupción que está muy vinculado a la autocracia”, resalta el profesor Bogliacino.
 

 
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