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Señales de alerta sobre el crédito de consumo


La situación debe tender a complicarse con la desaceleración de la economía, las pérdidas de empleo y la caída de los ingresos.

Edgar Bejarano, Director, Escuela de Economía, Universidad Nacional de ColombiaBogotá, abril 14 de 2009. En las últimas semanas los usuarios del sistema financiero han recibido, junto con sus extractos bancarios, invitaciones a mantener sus créditos al día y la advertencia de que con solo un día de retraso se iniciará una gestión de cobro prejudicial, algo muy común en épocas en los cuales es inminente el aumento de la morosidad en la cartera.

Para el Director de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, Edgar Bejarano, esto puede interpretarse de dos maneras: que la cartera morosa de los bancos en los primeros meses del año se ha venido incrementando y/o que los bancos están tomando precauciones para evitar que esto ocurra.

Para comprender la dinámica del crédito que otorga el sistema financiero, es necesario tener en cuenta entre 2003 y 2007 la cartera llegó a crecer a tasas anuales del 30 por ciento. Lo que ocurre con la banca en los tiempos de auge del crédito es que se generan problemas de selección adversa, es decir que se presentan clientes que no son tan sólidos y como el sistema financiero se siente muy líquido entonces deja de ser selectivo.

En momentos como esos, los bancos empiezan a cometer errores, tal como ocurrió en Estados Unidos cuando el buen crecimiento del crédito generó buenas expectativas y una ola de optimismo, que llevó a otorgar créditos a sectores que no tenía como responder.

En el caso del sistema financiero colombiano, al finalizar 2008 tan sólo la cartera del microcrédito creció 56 por ciento, mientras que la cartera de consumo 12 por ciento, la comercial 20 por ciento y la hipotecaria 10 por ciento. A diciembre pasado la cartera bruta total ascendía a 147,2 billones de pesos, de los cuales cerca del 5 por ciento se encontraba vencida (aproximadamente 6,1 billones de pesos).

Sin embargo, la cartera de difícil cobro podría estar llegando ya, en algunos tipos de crédito, a niveles cercanos al 10 por ciento. Si la economía se desacelera, pierde empleos, como ya está ocurriendo, y se propaga la incertidumbre en los agentes, empieza a aparecer cartera incobrable, a darse una mayor desaceleración de la demanda de crédito y a exhibir resultados no tan buenos, asegura el profesor Bejarano.

¿Cuánto se ha deteriorado la cartera bancaria?

A su juicio, en la actualidad el nivel de deterioro de la cartera del sistema debe haber subido a un 8 por ciento y ello ha conducido a los bancos a tomar medidas preventivas de presión en los cobros, renegociar la extensión de los pagos, vender o comprar carteras, y un manejo prudente de los nuevos créditos que se otorguen, etcétera.

De todas formas, esta situación debe tender a complicarse con la desaceleración de la economía, las pérdidas de empleo, la desvalorización de activos, la caída de los ingresos, el deterioro del comercio interno y externo, y las expectativas pesimistas que se van difundiendo, las cuales hacen que muchas de las medidas para reanimar la actividad tengan efecto marginal.

De otro lado, agrega el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas d ela Universidad Nacional, muchos bancos hacen parte de poderes corporativos globales, como en el caso del CitiBank o del HSBC, los cuales tienen mucha inversión afuera. Estos bancos no solo pierden o ganan por lo que pasa en Colombia sino por lo que pasa con sus matrices y puede ser que esa situación haya dañado sus balances y quieran tomar prevenciones. Es claro que si les ha ido mal en mercados como Estados Unidos y Europa, entonces buscan protegerse donde la situación no ha sido tan difícil, hasta ahora.

En realidad, todo depende de la profundidad, extensión y complejidad de la crisis en Estados Unidos y del resto del mundo desarrollado. Por ahora, la intervención y las políticas aplicadas en los países más afectados no han dado los efectos esperados y otras economías como la China, un poco menos India, muestran síntomas preocupantes.

La advertencia de los expertos de primera línea es que de no ser más profunda y resuelta la intervención sobre el sistema financiero del mundo desarrollado, la crisis puede extenderse por mucho tiempo y ser en extremo grave. Así, la tendencia en Colombia es más hacia el deterioro que hacia el mejoramiento, puntualiza el profesor Bejarano.

El ‘guayabo’ del crédito

Según el director de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, Edgar Bejarano, el problema de la cartera no se limita solo al exceso de liquidez que tenía el sistema financiero entre 2003 y 2007 sino a las expectativas optimistas, a la dinámica de la economía y a la apreciación del peso, que pudieron haber generado una ‘borrachera’ del crédito.

Ahora que se desinfla la economía, que los ingresos caen, que se eleva el desempleo, que vuelve a registrarse devaluación y que las expectativas son negativas, los bancos empiecen a mostrarse temerosos por el probable incumplimiento de los deudores.

Contacto:
Julio Solano Jiménez
Prensa - Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID)
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