
Por primera vez el Fondo Monetario Internacional (FMI) designa a una mujer como gerente.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor Asociado
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Colombia
*Artículo publicado en la edición impresa del periódico Portafolio - miércoles 6 de julio de 2011.
Bogotá D.C., 06-jul-2011 (Prensa CID). Por primera vez el Fondo Monetario Internacional designa a una mujer como gerente y mantuvo la tradición de que un europeo dirija esta institución, en tanto que la dirección del Banco Mundial se reserva a un estadounidense. Esta distribución refleja el balance de poder de la posguerra y desconoce los cambios ocurridos en el mundo, de modo que Europa mantiene un tercio de votos, mientras que los países emergentes continúan marginados de las instancias máximas de decisión.
Esta determinación contradice el supuesto espíritu de renovación que el G20 proclamó en junio del 2009 tras la explosión de la crisis financiera internacional, cuando proclamó que habría mayor apertura a los países recién llegados a ese grupo; pero Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica no lograron acordar un solo candidato, y peor aún, México apoyó a la aspirante francesa, del mismo modo que le negó su voto al candidato brasileño, ganador finalmente de la dirección de la FAO.
De los once europeos designados en la jefatura del Fondo Monetario, tanto Horst Kóhler, de Alemania, como Rodrigo Rato, de España, y Michel Camdessus, de Francia, abandonaron sus cargos antes de cumplir el periodo por diferentes razones, y el recién renunciado Strauss-Kahn (involucrado en un escándalo sexual) preparaba sus maletas para lanzarse a buscar la presidencia de Francia. De similar manera, el norteamericano Paul Wolfowitz, puesto por los estadounidenses al frente de la dirección del Banco Mundial tras diseñar y dirigir la invasión a Irak, tuvo que renunciar al comprobársele favoritismo salarial a favor de su amante.
El candidato opositor fue el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, apoyado por Canadá y Australia, quien argumentaba a su favor la experiencia en el manejo de crisis, pero al no lograr un apoyo significativo, retiró su postulación para que Lagarde fuese designada por consenso.
Lo novedoso ha sido que los candidatos hicieron campaña visitando diversos países para recabar apoyo, y la designación final de Lagarde es un reconocimiento a su papel en la recuperación de la economía francesa y a su defensa de la necesidad de reformar el sector financiero; pero sobre todo porque, dadas las turbulencias que azotan a la economía europea, negarle a uno de sus ciudadanos un cargo al que creen tener derecho indiscutido habría sido una dura sanción ante la opinión internacional.
Al analizar el sistema de asignación .de estos cargos, el nobel Joseph Stiglitz ha propuesto que no sean los gobiernos quienes postulen los aspirantes -pues nunca nombrarían a un miembro de la oposición-, sino que sea un comité mundial el que reciba nominaciones de personas calificadas. Adicionalmente, propone que en lugar de la votación cerrada por distritos, que deja la decisión en 24 delegados de 187 miembros, el sufragio sea abierto y con un voto por país.
|