Una reforma laboral no sería suficiente para corregir los problemas que originaron el desempleo, ya que
el problema no solo es de costos laborales sino más bien un problema de demanda.

Por: Oscar Benavides
Investigador del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID)
Universidad Nacional de Colombia

Bogotá, 19-May-2010 (Prensa CID). En el actual proceso electoral el desempleo ha sido señalado como el principal problema económico del país, tanto por parte de los electores como por parte de los candidatos a la presidencia. No obstante, ni en los diagnósticos, ni mucho menos las propuestas, se han identificado de manera detallada los factores que lo determinan y el tipo de política macroeconómica compatible con el propósito de generar mayores niveles de empleo.

El debate entre los aspirantes a la Presidencia, como también en los medios académicos, ha girado en torno al costo laboral. En particular, en el debate se ha enfatizado en las contribuciones para el SENA y el ICBF y cómo estos parafiscales incrementan de manera significativa los costos de contratación para los empresarios.

La argumentación, que no es nueva, enfatiza en los elevados costos laborales como el factor determinante de la alta tasa de desempleo. En ese sentido, la solución sería reducir, aún más, los costos laborales. De hecho es la misma idea que dio origen a la  reforma laboral de 2002, que redujo el salario de las horas extras, dominicales y festivas, pero que fracasó en el propósito de generar más empleo.

Dentro de esa perspectiva, algunos inclusive han propuesto eliminar el salario mínimo para generar mayor empleo con un menor salario. Esta idea que hace parte de la llamada flexibilización del mercado laboral, ha sido defendida con base en el argumento de que el mercado laboral muestra grandes rigideces que es necesario eliminar y que esa es la causa del alto desempleo.

Dicha propuesta, que resulta muy cuestionable desde el punto de vista político en la actual coyuntura, tiene igualmente grandes debilidades teóricas, ya que se realiza en un escenario en el que se ignora de manera sistemática la compleja relación que existe entre los diferentes mercados en una economía, en particular entre el mercado laboral, el de bienes y servicios y los mercados de activos, en particular, del mercado de divisas.

De hecho, en este análisis de equilibrio parcial del mercado laboral se desconoce o se ignora lo que ocurre con los mercados relacionados, lo cual a todas luces resulta inadecuado en el análisis del desempleo. En términos teóricos, se realiza un análisis de un mercado particular, es decir un análisis de equilibrio parcial, para entender un problema macroeconómico, que ante todo requiere otro tipo de análisis.

Un análisis de  equilibrio general, en el que el comportamiento de un mercado específico, afecta y se ve afectado por lo que ocurre en los demás mercados, solo de esa manera se puede entender las complejas relaciones entre los diferentes mercados y el mercado laboral.

Una mirada a la teoría

Una revisión de los fundamentos teóricos permite entender mucho mejor las  causas del  desempleo. Desde la perspectiva microeconómica, por ejemplo, la variación de los precios relativos entre el costo neto del uso del capital y los salarios reales, determinaría cuál factor se utilizará más y cuál menos.

En particular, ante una reducción significativa en el costo neto del uso del capital, ceteris paribus, los productores optarían por sustituir trabajo por capital. La consecuencia es que las diferentes actividades productivas se vuelven más intensivas en maquinaria y equipo, pero no generan empleo, incluso en épocas de alto crecimiento de la producción.

De hecho si se toman algunas medidas que tiendan a reducir el costo neto en el uso del capital, no se puede esperar que se reduzca la tasa de desempleo. La variación de los precios relativos, ya sea a través de mecanismos de mercados o mediante medidas de política económica tiende a aumentar la demanda por el factor más barato e inevitablemente, una reducción del factor ‘costoso’.

En resumen, desde la perspectiva microeconómica, una posible causa del desempleo, estaría asociada a la caída fuerte en el precio del capital con respecto al trabajo. Por otro lado, desde la perspectiva macroeconómica es bueno destacar que cualquier tipo de política (fiscal, monetaria o cambiaria) que tienda a reducir el costo neto en el uso del capital manteniendo todo lo demás constante, generaría mayor demanda por el capital pero no mayor demanda por empleo.

Exenciones y deducciones

Para el caso colombiano, un análisis de las medidas de política fiscal, en particular, la denominada ‘seguridad inversionista’ que, por ejemplo, permite deducir del impuesto de renta las adquisiciones de bienes de capital por parte de las empresas incide de manera negativa en la generación del empleo.

Este tipo de medidas generan dos efectos negativos sobre el empleo. En primer lugar, las exenciones y deducciones, subsidian la adquisición del capital  a costa de una menor demanda de trabajo. El segundo lugar, dichas exenciones y deducciones, reducen los recaudos tributarios y agravan el problema fiscal.

El mecanismo que ha utilizado el actual gobierno de financiar del déficit fiscal mediante endeudamiento externo genera presiones a la apreciación del tipo de cambio. Una fuerte apreciación reduce la competitividad de las exportaciones, en particular las no tradicionales y abaratan las importaciones de los bienes de capital, reduciendo aún más el precio del capital.

Sin embargo, el problema de una fuerte apreciación del tipo de cambio también reduce el precio de los bienes intermedios y finales, que en muchos casos compiten y desplazan a la producción nacional, generándose más desempleo. Más aun, se podría afirmar que, en buena medida, la fuerte apreciación del peso ha estado determinada por la política fiscal.

De hecho esta política fiscal, constituye la antesala de lo que se conoce en la teoría macroeconómica como déficits gemelos. Un creciente nivel de déficit fiscal financiado con endeudamiento externo se traduce en un déficit en la balanza comercial.

Las consecuencias de este tipo de situaciones en términos de desempleo son muy graves, tanto en el corto como en el largo plazo. El problema es que la corrección o, en términos más precisos, el proceso de ajuste implica una fuerte contracción de la demanda, generando en claramente problemas de desempleo.

Este problema es mucho más grave en escenarios de fuertes devaluación, donde el alto nivel de endeudamiento externo puede incrementarse de manera significativa. Un riesgo que aparece para muchas economías emergentes ante la crisis que se está presentando en la Unión Europea.

Llamado al nuevo gobierno

En síntesis, de persistir la actual política fiscal que otorga deducciones o exenciones a la adquisición de bienes de capital y/o que genere apreciación del tipo de cambio, resulta prácticamente inevitable que la economía experimente altas tasas de desempleo.

En ese escenario, una reforma laboral no sería suficiente para corregir los problemas que originaron el desempleo. De hecho el problema no solo es de costos laborales, es más bien un problema de demanda.

Es decir, que la continuidad de la actual política macroeconómica traería como consecuencia un aumento deldesempleo, inclusive si se adoptara una nueva reforma laboral. Es por lo tanto prioritario para el nuevo gobierno, no solo pensar en una reforma laboral sino muy probablemente sea necesario acompañarla de una reforma tributaria que elimine las exenciones y que por esa vía permita reducir el déficit fiscal y así evitar la apreciación y de esa manera permita reducir el desempleo.