|
||
En Debate CID, expertos analizan la nueva reforma tributaria del Gobierno Santos |
Bogotá D.C., 17-jun-2013 (Comunicaciones CID). En el marco de la discusión sobre la reforma tributaria que el Congreso aprobó en el 2012 y que empezó a regir este año, el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional organizó el Debate CID 'La reforma tributaria de Santos: ¿equidad o más privilegios?', con el fin de contribuir al análisis de las implicaciones de esta nueva ley tributaria. El evento, que se llevó a cabo el 6 de junio en el Auditorio Principal de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, contó con la participación en el primer panel de Stefano Farné, profesor del Observatorio de Mercado de Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia; Natasha Avendaño, asesora de la Dirección General de la DIAN; y el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas – UN, José Vicente Gualy. En el segundo panel, participaron el senador y exmiembro de la Junta Directiva del Banco de la República Juan Mario Laserna; Julio Roberto Piza, Director del Depto. de Derecho Fiscal - U. Externado; y el director del CID – UN, Jorge Armando Rodríguez. La apertura del evento estuvo a cargo del decano de la Facultad, José Guillermo García. ¿Quién pierde y quién gana con la Reforma? Si bien el Gobierno ha insistido en que la reforma tributaria tiene como principales objetivos el impulso a la creación de empleo formal y la reducción de la inequidad en el país, para el profesor Stefano Farné, “no es claro cómo puede esta reforma lograr esos objetivos”. Según el académico, “los efectos de la reforma tributaria sobre el empleo serán nulos o marginales, tal como han sido en otros países de la región, donde las disminuciones a los impuestos sobre la nómina no han reducido significativamente la tasa de empleo informal”. Farné destacó que no se darían los efectos esperados, en primer lugar, porque “aunque se eliminaron los aportes parafiscales, esta disminución de los impuestos al trabajo será compensada en parte por la creación de otros impuestos como el CREE (impuesto a la renta para la equidad) o el impuesto al consumo”. En segundo lugar, “porque la supresión de los parafiscales no es coherente con el aumento del salario mínimo del 4%, cuando la inflación en 2012 se ubicó en 2,5%”. Y en tercer lugar, porque con la reforma se presentaría un efecto de pass through, “en donde los alivios tributarios se trasladan a la mejora de salarios de los empleados con mayor poder de negociación –generalmente altos directivos–, y no en generar más empleo”, señaló el profesor Farné. Se preguntó además: "¿cómo hicieron (el Gobierno) para calcular la disminución del índice de Gini, sin antes conocer cuál era el resultado de la redistribución funcional del ingreso?” En representación del Gobierno, Natasha Avendaño, asesora de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales - DIAN, defendió la reforma tributaria al insistir en que la misma ayudaría a reducir la inequidad en Colombia. “Actualmente somos el séptimo país más desigual del mundo, por eso esta reforma está hecha para reducir de 57.3 a 55.4 puntos del índice de desigualdad Gini” anotó y agregó que “el interés del Gobierno fue generar herramientas para que haya más empleo formal, que es el que importa para mejorar la calidad de vida de los colombianos… con esta reforma esperamos que se generen entre 400.000 y un millón empleos formales”.
La representante de la DIAN también mencionó que, a manera de ejemplo, que “por concepto de renta, sólo Haití y Ecuador recaudan menos recursos en términos porcentuales que Colombia, y que esto se debe a una cultura del no pago que ha hecho carrera en el país. Por eso el reto de esta reforma es hacer entender a la gente que pagar impuestos es bueno, que es una práctica que beneficia a todos”, recalcó. El profesor de la Facultad de Ciencias Económicas UN, José Vicente Gualy, quien realizó los comentarios finales del primer panel del Debate CID, fue pesimista al señalar que “es muy difícil que la reforma tributaria genere más empleo, pues en el sector real es el aumento de la producción lo que realmente eleva la contratación de más mano de obra” y resaltó que “las empresas medianas y pequeñas, propenden por consolidar su negocio –y si la tasa de ganancia es mayor– no necesitan de manera inmediata contratar más mano de obra”. En discrepancia con la asesora de la DIAN, Gualy expresó que “sí existe una voluntad de los ciudadanos de pagar los impuestos; como ocurrió en el Distrito donde el 80% de las personas pagaron la valorización, sin esperar a ver qué pasaba con el debate en el Concejo”. Así mismo señaló que “la reforma hará más difícil el trámite [administrativo] y [aumentará] los recursos que deben destinar las empresas para determinar los impuestos que deben pagar”. El papel de la política y la técnica en la Reforma Tributaria El senador y exmiembro de la Junta Directiva del Banco de la República, Juan Mario Laserna, manifestó su preocupación al mencionar que “en Colombia existe, básicamente, una dictadura fiscal. No pasa un sólo artículo si no tiene la aprobación del Ministro de Hacienda”. Para Laserna, “no se sabe muy bien cómo la reforma tributaria del Gobierno puede generar más empleo formal, pero sí traerá otras implicaciones como la entrada de más capital extranjero al mercado de los títulos de deuda pública del Estado – TES que tenían un gravamen del 35%”. Según cifras presentadas por el Senador, “con el reajuste en la tasa de interés de estos títulos, que se hizo con la reforma, el Estado se ahorró cerca de $3 billones en pago de intereses, lo cual es algo para destacar”. El profesor Julio Roberto Piza, recalcó que la reforma “delega excesivamente en las empresas la aplicabilidad (de la misma) y el gran reto está en la aplicación de las normas”. Además añadió que “los debates modernos están sobre los gravámenes a las rentas de capital y no a los ingresos, y esa discusión está por fuera de esta reforma”. En el cierre del evento, el director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), Jorge Armando Rodríguez, destacó que “es un gran avance que esta reforma tributaria haya empezado por decir que es un hecho que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo en términos de redistribución del ingreso. La pregunta es ¿qué tan consecuente es esta reforma con respecto a ese diagnóstico?”. Para el profesor Rodríguez, la reforma es parcialmente consecuente, porque “se ocupó de la inequidad en la tributación, sobre todo entre los trabajadores; pero la sociedad está también conformada por personas que tienen ingresos de capital, y esa fue la tarea pendiente de la reforma”. Para el director del CID, “las personas más ricas del país reciben rentas de capital y la reforma fracasó en gravar los dividendos y demás rentas de capital de manera progresiva”. En ese sentido, afirmó que “la propuesta del Gobierno está más inclinada al crecimiento económico que a atacar la desigualdad”. Por último señaló, que hay que preocuparse por la suerte de la democracia tributaria “porque sin ésta difícilmente puede haber democracia”. Y dejó abierto el debate al preguntar “¿Hasta dónde llegan las facultades del Ejecutivo para regular las normas aprobadas por el Congreso? ¿Cómo puede esto afectar nuestro sistema de representación democrática en el terreno tributario?”
|