Bogotá, mayo 04 de 2009. El candidato de la oposición a la presidencia de Panamá, Ricardo Martinelli, resultó ganador elecciones celebradas ayer en Panamá y anunció que su Gobierno será de unidad nacional y se concentrará en lograr más trabajo y más equidad.

Martinelli es un multimillonario de 57 años, hijo de inmigrantes italianos, educado en Estados Unidos, quien amasó su fortuna a través de una cadena de supermercados. Por su ascendencia italiana, sus millones, su postura derechista y llamativa personalidad, algunos analistas lo han comparado al primer ministro de Italia Silvio Berlusconi.

El Tribunal Electoral panameño anunció la victoria de Martinelli cuando aventajaba por más de 24 puntos porcentuales al aspirante oficialista Balbina Herrea, quien admitió la derrota y anunció que liderará la oposición.

Martinelli, líder del partido Cambio Democrático (CD), alcanza el 59 por ciento de los votos, escrutado el 85 por ciento de los centros de votación, mientras Herrera, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) del presidente Martín Torrijos, obtiene el 36 por ciento.

Durante su discurso, el presidente electo dijo que “los locos somos más”, haciendo clara alusión a uno de sus lemas electorales en respuesta a las acusaciones que le hicieran sus rivales electorales de sufrir un desequilibrio mental.

En las elecciones de hace cuatro años, en las cuales resultó triunfador el actual presidente Martín Torrijos, Martinelli puso de manifiesto sus aspiraciones presidenciales con una campaña en la que quedó en el último lugar entre cuatro candidatos.

Sin embargo, ayer capitalizó el inconformismo de los panameños con el actual gobierno y el desplome de la economía en el marco de la crisis financiera global. Su exitosa campaña se basó en las promesas de atraer inversión extranjera, aumentar el gasto gubernamental en la infraestructura pública, combatir la corrupción y enfrentar la violencia que ha aumentado considerablemente en los últimos meses.