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Oportunidad perdida para prepagar deuda pública externa: CID |
Así lo advirtió Gustavo Adolfo Junca, investigador del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia luego de revisar el informe sobre el comportamiento de la deuda externa en los primeros seis meses de 2009, divulgado esta semana por el Banco de la República. El documento señala que la deuda externa colombiana alcanzó los 46.509 millones de dólares en el primer semestre del año, lo que equivale a 21,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De dicho monto el 66,8 por ciento corresponde a compromisos de la Nación (31.068 millones) y el 33,2 por ciento restante al sector privado (15.411 millones). El informe del Emisor también destaca que la deuda que el país contrajo en el exterior se incrementó en 1.127 millones de dólares frente a lo que se registraban en el acumulado a junio de 2008, cuando alcanzaba 45.382 millones de dólares. A la par del mayor endeudamiento externo del país, la revaluación del peso colombiano disminuyó el valor de la deuda en pesos. Un comparativo indica que con un dólar a 2.500 pesos, la obligación sumaría 116,2 billones de pesos, mientras que con un dólar a 1.900 pesos la deuda externa alcanzaría 88,3 billones de pesos.
“El tema es que el Estado no tiene con qué hacer más pagos, teniendo en cuenta el hueco fiscal que cada vez es más evidente en la finanzas oficiales. La única opción sería emplear parte de los recursos de la privatización de Isagén o de una parte de la participación estatal en Ecopetrol con destino al prepago de obligaciones en el exterior, lo que disminuiría la presión sobre los flujos de caja de los recursos destinados a pago de deuda”, dijo el académico. “Por otro lado, esos recursos ya están comprometidos para invertir en obras de infraestructura, dentro de un hueco fiscal que debe terminar siendo financiado con deuda para el pago de pensiones, gasto militar y transferencias”, añadió. Ante la disyuntiva, Junca afirma que es preferible que con los recursos de las privatizaciones de los activos energéticos se trate de prepagar las obligaciones externas e internas, antes que contratar más empréstitos que terminen por agrandar la brecha fiscal. Así las cosas, “estamos perdiendo esta oportunidad de reducir la deuda externa porque no se cuenta con los recursos ni con las posibilidades para hacerlo, en medio de una coyuntura de gastos comprometidos, conjugados con una reducción de los recaudos de impuestos y dada la situación de desaceleración de la economía”, reconoció. Junca destacó que mientras el sector privado tendrá una muy buena oportunidad de mejorar su posición en términos de deuda, el Gobierno continuará agrandando tanto su deuda interna como externa si no encuentra recursos para cerrar el desbalance entre sus cuentas. Una opción para cerrar ese ‘hueco’, según el académico, sería acceder a créditos externos dada las bajas tasas de interés. Sin embargo “ese es un escenario complicado en este momento para Colombia, porque la gran mayoría de recursos disponibles están siendo atraídos hacia los países del primer mundo que buscan todavía salir del atolladero de la crisis”, puntualizó.
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