¿Qué les espera a las mujeres y diversidades en el siguiente gobierno 2022 - 2026?

Análisis desde las propuestas de gobierno de las candidaturas presidenciales.

Por EconomistaA[1]

El debate sobre mujeres y las diversidades sexuales y de género está en el plano de la discusión política y pública, dado que diferentes organizaciones compartimos una preocupación por la agenda de género del próximo gobierno. En EconomistaA analizamos desde un enfoque feminista las agendas de género de los gobiernos que hoy se disputan la presidencia de la República de Colombia. A continuación, presentamos lo que consolidamos como “lo bueno”, “lo regular”, y “lo que nos genera dudas” de cada programa de los candidatos. Para esto, caracterizamos a cada plan de gobierno a lo largo de un espectro relacionado con el género como: neutral[2], sensible[3] o transformador[4].

 

Pacto histórico: Colombia, potencia mundial de la vida.

  • Candidato a Presidente: Gustavo Petro
  • Candidata a Vicepresidenta: Francia Márquez Mina

 

El programa de gobierno del Pacto Histórico está redactado con un lenguaje inclusivo, y aunque se aproxima al enfoque transformador con algunas de sus propuestas, consideramos que su propuesta tiene un enfoque sensible al género.

 

Partiendo del análisis de lo bueno, destacamos el reconocimiento de la deuda histórica  con varios grupos poblacionales (entre ellos las mujeres y diversidades sexuales), de los impactos diferenciados del conflicto armado sobre las mujeres y personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, y del cambio climático sobre la vida de las mujeres empobrecidas. Se evidencia la transversalización del enfoque de género en cada uno de los ámbitos de sus propuestas, y creemos que es transformadora la creación de planes con medidas afirmativas y políticas con enfoque diferencial.

 

El plan de gobierno también plantea la creación de planes de “choque” y de “acción” en la prevención y eliminación de todo tipo de violencias contra las mujeres y el feminicidio, además de la capacitación y sensibilización, tanto para funcionarios públicos como la sociedad en general, para el goce de los derechos sexuales y reproductivos, y, avanzar en dar garantía de derechos de las personas en ejercicio de la prostitución.

 

Reconocemos también la voluntad por la paridad en el mercado laboral, al proponer que las mujeres ocupen el 50 % en los cargos públicos de todas las ramas y niveles del poder, y en reducir la brecha salarial promoviendo políticas públicas de igualdad de salarios entre hombres y mujeres. Asimismo, es positivo que el plan de gobierno plantee acciones en el ámbito laboral para las mujeres como “agentes fundamentales en la transformación” y busque avanzar hacia la inclusión sociolaboral con trabajo digno y decente para personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas. La propuesta se concreta en la creación del Ministerio de la Igualdad y del Sistema Nacional de Cuidados liderado por este ministerio.

 

Acerca de lo regular, podemos mencionar que si bien se reconoce a sí mismo como el inicio de una transición para la creación de condiciones permanentes sobre los pilares de la vida digna, superación de la violencia, justicia social y climática, es bastante ambicioso al proponer un cambio estructural en el país para un periodo de gobierno de cuatro años. Si bien la propuesta está bien justificada y contempla la complejidad de cada uno de los asuntos económicos, sociales y políticos, consideramos que hace falta señalar con mayor contundencia cuáles acciones concretas permiten dar ese primer paso hacia la consolidación de las condiciones permanentes que postula en todo el programa de gobierno.

 

Por último, nos genera duda que, si bien hay un planteamiento de los temas importantes y urgentes sobre los temas de mujeres y género, el cómo no es claro. Por ejemplo, en el planteamiento de un “sistema carcelario modernizado, ampliado y dignificado con enfoque de género” no se explicitan las acciones para materializarlo. Asimismo, preocupa que planteen que, sin importar la edad del infante, “el patrimonio del hombre irresponsable indemnizará a los hijos abandonados y a las madres” (p. 10), en el cual no contempla condiciones de mínimo vital para los hombres, y con ello, sus análisis no se sitúan ante la gran cantidad de hombres que están por fuera del mercado laboral o que sus actividades representan ingresos por debajo del salario mínimo mensual, en un país con una tasa de desocupación de 12,1 % registrada en marzo de 2022, de la cual el 46,32 % son hombres, y con una proporción de 43,8 % de hombres ocupados informalmente entre enero y marzo de 2022.

 

Coalición Esperanza: Este es el momento.

  • Candidato a Presidente: Sergio Fajardo
  • Candidata a Vicepresidente: Luis Gilberto Murillo

 

La propuesta presentada por la Coalición Esperanza articula la perspectiva de género de manera transversal y continuada en todo el documento. Tiene un enfoque sensible al género, donde identifica y reconoce las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres. Sin embargo, no llega a ser una propuesta transformadora en tanto que no profundiza en los mecanismos para realizar transformaciones estructurales ni evitar que se sigan prolongando las desigualdades.

 

Nos parece bueno que el plan incluye propuestas como el “Gran Acuerdo Pedagógico Nacional” en pro de una nueva apuesta curricular y pedagógica donde la participación de mujeres sea activa y tenga enfoque de género. Así mismo, vemos como un aspecto positivo el reconocimiento de la doble carga de cuidado, de la feminización de la pobreza y de las brechas en el mercado laboral; de hecho, esto implica que las propuestas se concentren en seguros de desempleo con enfoque de género, formalización de empleos, y, fomento a las investigaciones de mujeres docentes con énfasis en áreas STEM.

 

Consideramos bueno la implementación de los compromisos de género en los acuerdos de paz y la puesta en marcha del Sistema Nacional de Cuidados (SNC) en el “mundo rural” , en articulación con las propuestas de inclusión laboral para jóvenes. En el tema de cuidado, el plan de gobierno reconoce las cargas laborales adicionales para las mujeres y propone un ingreso para las personas adultas mayores, lo que impacta directamente en los trabajos no remunerados. No obstante, hay una propuesta que busca la flexibilización de planes de estudio, calendarios y jornadas escolares en favor de mujeres con cargas de cuidados que no se articula con el SNC planteado en su propuesta.

 

Creemos que lo regular responde a un gran despliegue de alternativas en múltiples campos, pero los mecanismos para llegar a ellas no son claros, en lo que se asemeja a la propuesta del Pacto Histórico. Por ejemplo, sus propuestas parten de reconocer problemas estructurales que enfrentan las mujeres, pero las apuestas de empleo en agricultura y manufactura no profundizan en el enfoque de género, pues estos sectores sólo representan el 12% y el 2% del empleo femenino y aún así son las mayores apuestas del programa. En otras palabras, si no hay un diálogo entre la transformación económica con la promoción de la equidad de género, las propuestas difícilmente serán sostenibles.

 

Finalmente, nos crea duda que la propuesta económica se concentra en la formación para el trabajo pero no especifica de dónde saldrán los recursos para las propuestas. Si bien hay una promoción activa de la participación de las mujeres en sectores STEM, el giro presupuestal y tecnológico hacia sectores de innovación continua faltando. En términos de diversidad, hay un capítulo de la población LGBTQ+ en donde se mencionan propuestas de cero impunidad a casos de abuso dentro de la fuerza pública, promoción de entornos escolares seguros, capacitación a funcionarios públicos en temas de inclusión, entre otras; sin embargo, vemos con preocupación que la política de inclusión no sea transversal a todos los sectores y que se mencione por separado del resto de políticas.

 

Equipo por Colombia: Un país en orden y con oportunidades

  • Candidato a Presidente: Federico Gutiérez
  • Candidata a Vicepresidente: Rodrigo Lara

 

El plan de gobierno del Equipo por Colombia es neutral al género y da continuidad a la desconexión del panorama de las mujeres y las diversidades de género en el país.

 

Algunas aproximaciones podrían ser sensibles al género dado que incluye fortalecimientos institucionales para garantizar el acceso y la tenencia de tierra para las mujeres rurales, el empoderamiento económico femenino a través de emprendimiento, incentivos a las mujeres para acceder a carreras STEM, enfoques diferenciales en la salud integral de las mujeres donde la atención en salud no solamente esté basada en el ámbito reproductivo, y nuevas líneas de crédito dirigidas a mujeres y/o madres cabeza de familia.

 

Es por ello que lo bueno en esta propuesta incluye brindar asistencia técnica a gobernaciones y alcaldías para acompañar mujeres en la presentación e implementación de proyectos financiados con regalías, así como la propuesta de promover la lactancia materna para mujeres privadas de la libertad y programas especiales para el relacionamiento con sus hijos. Resaltamos la intención por incorporar varios actores en las intervenciones con enfoque de género, sin embargo, no es suficiente mencionar a quienes pueden participar en las intervenciones si la estrategia no tiene un enfoque de género consolidado.

 

En lo regular, la perspectiva de género en el plan de gobierno no es transversal ni pretende cambios estructurales, de hecho, es una sección al final del programa y no hace parte de los pilares de la propuesta. Esto también se evidencia en las proyecciones de indicadores económicos en el mediano plazo como el desempleo, el PIB, la inversión, la pobreza monetaria, entre otros; ignorando por completo que los indicadores que se propone transformar afectan diferenciadamente a las mujeres. A su vez, propone un Sistema de Cuidados, pero su diagnóstico e implementación no tienen enfoque de género e invisibiliza a las mujeres como las mayores proveedoras de cuidados no remunerados en el país.

 

En cuanto a la población LGBTIQ+, el diagnóstico y las propuestas que se presentan en el plan de gobierno también hace parte de lo regular, ya que minimizan las problemáticas de este grupo poblacional a únicamente ser víctimas de delitos por su orientación sexual o su identidad de género, ignorando las discriminaciones estructurales y sistemáticas a las que se enfrentan[5]. En este sentido, también vemos problemática la propuesta de proporcionar seguridad y protección a la comunidad LGBTIQ+ a través de las autoridades de policía, teniendo en cuenta que en el país se registran altas cifras de violencia policial hacia la población LGBTIQ+; muestra de ello es que al menos 448 personas LGBT fueron víctimas de violencia policial entre 2019 y 2020.

 

Finalmente, nos generan dudas varias afirmaciones del plan de gobierno. El programa busca crear empleos y consolidar el crecimiento económico a partir de los sectores masculinizados, como construcción y minería; y para las mujeres, crear puestos de trabajo en el sector turístico, que es feminizado. En este sentido, se pretende seguir consolidando el crecimiento económico a partir de la fuerza de trabajo masculina, invisibilizando el aporte del trabajo productivo y reproductivo de las mujeres en la economía del país.

 

Además, vemos con preocupación que espere dar mayor jerarquía a la institucionalidad en materia de género y diversidad “siempre y cuando se pueda modificar la estructura del Estado y haya un acuerdo con las posibilidades fiscales” (p. 81), pues esto refleja que el plan de gobierno no busca modificar las estructuras institucionales, gubernamentales o presupuestales que inciden en las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres.

 

Liga de Gobernantes Anticorrupción: La hora de Colombia

  • Candidato a Presidente: Rodolfo Hernández
  • Candidato a Vicepresidente: Marelen Castillo

El plan de gobierno del candidato presidencial Rodolfo Hernández es neutral al género y no cuenta con un lenguaje inclusivo, además de que no transversaliza el enfoque de género a lo largo del programa, sino que consolida dos capítulos aparte para temas de mujeres y diversidades sexuales y de género.

 

En lo bueno, el programa de gobierno reconoce la situación diferenciada de las mujeres en el mercado laboral, en el trabajo del cuidado, y en la pobreza; sin embargo, las propuestas son neutrales al género en tanto no buscan transformar estructuralmente el papel de las mujeres en estos ámbitos. Además, reconocemos como positivo el plan de construir una política de empleo y paridad, profundizando en mujeres madres cabeza de familia, con el fin de garantizar participación y equidad al interior del mercado laboral. En esta línea, es positiva también la propuesta de construir estrategias en las que el Estado junto a empresas del sector privado construyan espacios para el cuidado de los hijos de las trabajadoras.

 

Por otro lado, en lo regular resaltamos que, a pesar de buscar la inserción laboral de mujeres cabeza de hogar se plantea a partir de la flexibilización laboral, situación que podría profundizar la situación desigual de las mujeres en el marco del trabajo: las mujeres en Colombia ya acceden mayoritariamente a trabajos informales, y la flexibilización podría empeorar su estabilidad laboral y el acceso a activos y a salarios dignos. En cuanto a las propuestas económicas generación de ingresos y emprendimiento no tienen una perspectiva de género transversal. Por otro lado, articula que para la correcta incorporación de las mujeres en el mercado laboral se debe alcanzar plena cobertura educativa en todos los niveles de formación para garantizar “mujeres preparadas y competitivas” (p. 22), sin embargo, esta propuesta no destaca los elementos estructurales de las brechas existente para el acceso a la educación ni las garantías o acciones afirmativas para su alcance.

 

Nos genera dudas que para atender la necesidad de reducción de los embarazos adolescentes propone la financiación (adecuada) de los planes decenales de salud, así como la transversalización de educación sexual y reproductiva dinámica y sin barreras desde las instituciones educativas, propuesta que está construída en la educación sexual y reproductiva orientada solamente hacia la planificación y los métodos anticonceptivos. Dentro de la misma, no se menciona la familiarización con el conocimiento, respeto y sensibilización de las diversidades sexuales e identidades de género cayendo en la lógica de la sexualidad heterosexual y para la reproducción, sin espacio para una educación abierta y diversa.

 

Conclusiones finales de los diferentes planes de gobierno

Si bien es claro que ninguno de los planes son transformadores en términos de género, varios de ellos tienen elementos que son interesantes de analizar. Un ejemplo es la propuesta del Pacto Histórico y de la Coalición Esperanza por crear un ministerio que responda a las demandas de género, propuesta que hoy tiene piso institucional y un compromiso presupuestal de $47,9 billones con el CONPES 4080 del 18 de abril de 2022 - “Política pública de equidad de género para las mujeres: hacia el desarrollo sostenible del país”. Asimismo, los dos programas comparten la visión de la creación del SNC, el cual cabe recordar es una promesa incumplida del periodo de Juan Manuel Santos (Ley 1753 del 2015), y una promesa de Iván Duque (Ley 1955 de 2019) que a tres meses de la finalización de su gobierno está en trámite el decreto que crearía la Comisión Intersectorial de la Política Pública de Cuidado.

 

Finalmente, de los diferentes programas nos queda la duda de que no se menciona la institucionalidad existente para la transversalización del enfoque de género. Al respecto, los planes de gobierno omiten y no mencionan el papel y el rol fundamental en sus eventuales gobiernos de la Subdirección de Género del Departamento Nacional de Planeación, ni de la Dirección de la Mujer Rural del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, entidades que por sus funciones y misionalidad tienen como objetivo la transversalización del enfoque de género en los diferentes planes, proyectos y políticas públicas en favor de los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales e identidades de género.

 

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[1] En la edición de este artículo participaron: Yesenia Parrado Rodríguez, Laura Silva Aguilar, Juliana Castellanos Montana, Natalia Contreras, José Martínez Montenegro; economistas de la Facultad de Ciencias Económicas.

[2] Se identifica un plan como neutral al género en cuanto identifica y reconoce las diferencias y desigualdades existentes entre mujeres y hombres.

[3] Un plan es sensible al género cuando además de identificar, articula políticas e iniciativas que abordan las diferentes necesidades, aspiraciones, capacidades y contribuciones de mujeres y hombres.

[4] Definimos como transformador en cuanto el plan de gobierno implementa acciones e iniciativas que desafían las políticas y / o prácticas discriminatorias existentes y realiza cambios para mejorar la calidad de vida de todas las personas.

[5] Por ejemplo, que presentan mayores tasas de desescolarización, pobreza, desempleo, o informalidad.

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