|
||
Reformas del gobierno, un juego a tres bandas |
Gobierno busca un mayor control de las regalías, la creación de un fondo de compensación regional e
No nos vamos a volver un país minero a escala internacional, advierte Restrepo. Sin embargo, en la escala nacional una situación como la que se prevé puede llegar a representar un 50 por ciento más de recursos, y eso es mucha plata, agrega. El Gobierno Nacional está interesado en agarrar la ‘platica’ que va a crecer de las regalías y centralizarla, pero tiene que haber una compensación porque ¿qué fuerza política va a aceptar una recentralización de tantos recursos esperados? Esa compensación se va a llamar fondo de compensación regional. Según el académico del CID, se les dice a los parlamentarios: acéptenos recoger las regalías y, por el otro lado, nosotros entonces podemos hacer una distribución y un fondo de compensación regional que tendría por prioridad asuntos de inversión en infraestructura y en el sector productivo, de una escala más grande que las pequeñas obras municipales que le gustaban tanto al Presidente Uribe. La tercera banda, a juicio de Restrepo, es la ley de ordenamiento territorial, que la Constitución de 1991 había previsto que ocurriera para crear provincias y para crear regiones, además de municipios y departamentos. Ahí hay una gran polémica porque el gobierno quisiera que fuera sencillamente una organización administrativa y de planeación. Es decir, formular proyectos y de ejecutar proyectos por una vía administrativa; y quien más la impulsa, que son las fuerzas políticas, sociales, culturales y empresariales de la Costa Atlántica, quisieran -muchos de ellos- una entidad política que tiene las siguientes características: elige a un regente, recibe unas transferencias, tiene autonomía para contratar y para desarrollar -por tanto- una burocracia y tiene unos recursos públicos, es decir, unos impuesto que captar. Eso se convertiría en una entidad de carácter político. Pero de dónde sale la plata, quién cedería poder o, sencillamente, vamos a construir una escala de poder sin quepierda el nivel central o el nivel local. Eso es imposible, asegura Restrepo. -Entonces allí está la discusión: si nos vamos hacia una reorganización política y económica de la distribución de los recursos del Estado o si sencillamente hacemos una asociación para el desarrollo de proyectos productivos y de infraestructura en las regiones-, plantea el académico.
|