“Un asunto es hacer políticas públicas para territorios sin frontera, pero otro muy distinto es concebirlas para espacios indígenas o de negritudes, en regiones desarrolladas o deprimidas, en los Andes o en el Caribe. Nuestro país es muy di

verso y por tanto las causas por las que se anclaron los conflictos son distintas; en ese sentido, las políticas deberán ser ajustadas a esas realidades territoriales, de población, de economía y de cultura diferente”, aseguró el investigador.

 

Agregó que un tema central en el Debate CID será el de la participación, la cual debe incluir tanto a partidos políticos, alcaldes y gobernadores como a comunidades y ciudadanos en general. “Todos en la sociedad estamos llamados a contribuir en la construcción pública y colectiva de la nación, en un país en posacuerdo”.   

 

Durante la jornada del próximo 26 de octubre habrá cuatro paneles. El primero reunirá a líderes políticos que hablarán sobre cómo ven la descentralización pasados treinta años de su puesta en marcha; si esta ha servido para el afianzamiento de la paz, qué se ha logrado en ese tiempo y qué ajustes hay que hacerle. El segundo será sobre los recursos y las instituciones para el posacuerdo: cuánto dinero se ha dispuesto, de dónde saldrá, quién lo va a manejar, quién va a decidir ¿el gobierno, los departamentos, los municipios, los empresarios, las personas, las organizaciones o los partidos? “Este panel se centrará en la médula de la construcción del poder, en el entrelazamiento de enfoques e intereses a la hora de hablar de paz”, indica el profesor Restrepo.

 

El tercero será sobre cómo implantar todo lo anterior en los territorios, cuáles son las experiencias existentes, qué proyectos han funcionado, cómo ponerse de acuerdo sobre los grandes lineamientos de desarrollo, democracia y transparencia. Y, por último, el cuarto panel se centrará en cómo abordar los grandes desafíos. “Es claro que en las regiones seguirán presentes el narcotráfico, la corrupción, la desigualdad, el impacto de los tratados de libre comercio, la inequidad tributaria, el poco acceso al crédito y las grandes diferencias entre campo y ciudad”, añade el experto.