Mientras que en Europa y Estados Unidos el subsidio al desempleo es el punto neurálgico del
mercado de trabajo, en Colombia ese no es un factor determinante.

Bogotá, 15-Oct-2010 (Prensa CID). La Academia Sueca concedió el premio Nobel de Economía 2010 a tres especialistas en materia laboral: los estadounidenses Dale Mortensen y Peter Diamond y al británico-chipriota Christopher Pissarides, quienes han intentando resolver problemas relacionados con la forma como la política económica influye sobre el desempleo.

Según Ricardo Bonilla, director del Observatorio de Coyuntura Socioeconómica del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia, esta es una coyuntura especialmente importante dada la situación que vive la economía mundial tras el final de una recesión donde las tasas de desempleo han subido inexorablemente en todos los países.

El mundo, destaca el académico, va hacia la consolidación de una tendencia de tasa natural de desempleo cada vez más alta, por encima de los promedios históricos del 6 por ciento en Estados Unidos y del 10 por ciento en Europa.
Bonilla le da la bienvenida al debate, toda vez que es importante volver a pensar en los determinantes de este mercado.

Lo que han señalado los ganadores el Premio Nobel es que en el mercado de trabajo hay mucha regulación y que hay elementos que dificultan la entrada y la búsqueda de oportunidades nuevas de trabajo.-Sin embargo, este modelo hay que matizarlo. Es importante reconocer que el punto neurálgico es el papel que ejerce el subsidio de desempleo tanto en Europa como en Estados Unidos y ese factor es determinante en el mercado laboral de esos países pero no es el determinante del mercado colombiano.-, agrega Bonilla.

El país cuenta con una especie de híbrido sobre un seguro de desempleo que sólo se entrega una vez en la vida, que es absolutamente simbólico y que no cumple funciones macroeconómicas de ayudar en los momentos claves cuando la economía se deteriora y la tasa de desempleo sube.

En Colombia, los factores determinantes no son los que están involucrados en los planteamientos de Mortensen, Diamond y Pissarides, -que analizan el seguro de desempleo-, sino los sobrecostos laborales incorporados en la parafiscalidad.

Esto implica que el país también debe promover ese debate, para mirar cómo podría modificar ó ejercitar un cambio en algunos de los modelos planteados por los Nobel, que impliquen que los empresarios estén dispuestos cada vez más a contratar y que se generen mejores condiciones en el mercado de trabajo.

El país no cuenta con seguro de desempleo y lo necesita. Lo necesita para una eventual coyuntura macroeconómica que implique enfrentar una recesión. Sin embargo, antes de que eso se vaya a probar ó se siga desarrollando su análisis, es necesario que el país vuelva a hablar de qué hacer con la parafiscalidad -de los nueve puntos dirigidos al Sena, Bienestar Familiar y Cajas de Compensación Familiar-.

Es necesario pensar si hay que hacer alguna modificación en la parafiscalidad de la seguridad social, con el fin de permitir que los trabajadores colombianos entren en una grado mayor de formalidad y no simplemente que sean contratados de una manera precaria y excluidos de la seguridad social, puntualiza el investigador del CID de la Universidad Nacional de Colombia.