Las medidas de choque que anunciará el Gobierno la otra semana, de cara a la reactivación de la industria manufacturera y el sector agrícola, deberán tener aportes a nivel transversal, a nivel sectorial y a nivel regional.

Artículo de Análisis
Raúl Ávila Forero
Profesor Facultad de Ciencias Económicas-Universidad Nacional de Colombia

Bogotá D.C., 11-abr-2013 (Comunicaciones CID). Las medidas de choque que anunciará el Gobierno la otra semana, de cara a la reactivación de la industria manufacturera y el sector agrícola, deberán tener aportes a nivel transversal, a nivel sectorial y a nivel regional. No se deben tomar todas estas medidas como cortoplacistas, sino que deben pensarse como medidas que empiecen a dar soporte y cimientos de largo plazo al sostenimiento del aparato manufacturero.

Una importante fuente de recursos para la reactivación de la industria manufacturera colombiana provendrá de las regalías del país en los años 2013, 2014 y 2015, con cifras cercanas a los $15 billones, que se invertirán en el desarrollo de infraestructura, sectores sociales y vivienda principalmente, impulsando a las ramas fabriles que están cayendo. La serie de estrategias y acciones presentadas a continuación son la recopilación de varias propuestas que se han escuchado desde variados frentes, tanto académicos y gremiales, como de algunos frentes gubernamentales.

La caída sistemática y continua en los índices de crecimiento de la producción, las ventas y el empleo industrial debe contener, por lo menos, las siguientes acciones impulsadas por el Gobierno Nacional:

1. Reglamentación más estricta y enfocada en la determinación de la estrategia de compras públicas y estatales, bajo una política activa, basada en una reglamentación clara que le permita a los industriales nacionales participar en los procesos de oferta de abastecimiento de las materias y bienes que se necesitan en el desarrollo de obras de infraestructura, tanto en edificaciones como de obras civiles, tal y como lo hace Estados Unidos. Este enfoque debe estar normalizado por reglas que exijan sellos de calidad que aseguren competitividad y eficiencia a los industriales que están preparados para competir con el mundo. Esto pasa por el incentivo al aseguramiento de patentes en procesos y productos que necesita la institucionalidad colombiana.
2. El desarrollo minero-energético, tanto en su preponderancia como en su nivel de producción y de exportaciones, no es malo per sé. Lo que sucede con esta temática es que no hay Inversión nueva que impulse  las exportaciones y la producción de valor agregado de ramas manufactureras que podrían estar asociadas a esta bonanza, proveyendo bienes y servicios adicionales  en las demás ramas manufactureras.
3. Se debe hacer un análisis económico de desagregación industrial de los diferentes sectores manufactureros que tiene el país de manera minuciosa, para después establecer estudios en detalle a nivel microeconómico de las cadenas y determinar cuáles son competitivas al atender las necesidades a nivel de la demanda interna y externa. Lo anterior con el fin de incentivar el apoyo a las cadenas que tienen viabilidad en términos de sostenibilidad y crecimiento económico dada la tendencia mundial de bienes manufacturados.
4. Se debe buscar la diversificación de las inversiones nacionales y extranjeras hacia la producción fabril, dada la oferta de los Tratados de Libre Comercio. Vale la pena tomar acciones de incentivos para industrias basadas en conocimiento y de capital que sean de alto valor agregado, que asumen vital importancia, a través de sus avances en progreso técnico, que pueden lograr mejoras en las diferentes ramas de la producción sectorial a nivel agregado.
5. Agilizar las obras y los planes de infraestructura a nivel nacional, regional y municipal, así como de servicios básicos (saneamiento, servicios públicos, salud y educación), que mejoren las condiciones de desenvolvimiento en los diferentes ambientes en los que se encuentran las empresas implicadas en el desarrollo industrial colombiano; por ejemplo, las vías de transporte, infraestructura de puertos y el desarrollo del transporte multimodal.
6. Fortalecimiento del capital humano que necesita la industria manufacturera especialmente en las áreas técnicas y tecnológicas.
7. Se debe desarrollar la conformación de clústeres de innovación y enclaves regionales, polos de competitividad, aglomeraciones tecnológicas, entre otros, que generen la viabilidad para crear externalidades positivas en ambientes de tecnificación y avance productivo en algunos sectores de alto potencial, de acuerdo a la oferta productiva en las regiones, al despliegue de infraestructura, y a la demanda nacional y mundial de productos. Estos polos de innovación deben estar apoyados por centros de investigación y universidades que involucren el apoyo decidido de la empresa privada. Deben ser dirigidos por los industriales que son los que saben de sus necesidades.
8. Mejorar la competitividad de los costos de energía eléctrica y gas natural para la industria y buscar facilidades de acceso a los recursos energéticos.
9. Ampliar las facilidades y los canales de acceso de crédito para las Mipymes industriales en lo cual vemos a INNpulsa y Bancoldex con una idea clara, pero con la necesidad de ampliar dicha cobertura.
10. El sector agropecuario debe convertirse en un polo de sostenimiento para los requerimientos de la población. En tal sentido, la reducción del valor de los insumos, los proyectos de tecnificación y la protección de una economía campesina, son vitales para lograr el aseguramiento alimentario y la defensa de las costumbres de la población rural junto a un escenario globalizante.
11. Las políticas de comercio exterior deben estar orientadas a promover la diversificación en las exportaciones de bienes de sectores no tradicionales, la comercialización de productos de actividades extractivas pero con mayor grado de elaboración. También, los acuerdos preferentes que se suscriban deben darse a partir de la solución de las barreras internas que limitan la competitividad del país para lograr acuerdos más equilibrados y de igual beneficio entre las naciones.
12. Tener un mejor desempeño del sistema aduanero que soporte el crecimiento económico  de su dinámica comercial exterior. Eso implica aumentar su capital humano y la tecnología que minimice el impacto del contrabando técnico y agilice los procesos.