
El PIB brasileño ha crecido sostenidamente en los últimos años. El paÃs pasó a ser acreedor de otras naciones y aumentó sus reservas hasta US$300.000 millones; ha incrementado el empleo formal, disminuido la desigualdad y llevado a millones de ciudadanos a la clase media.
Bethoveen Herrera Valencia
Profesor Asociado
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Colombia
*ArtÃculo publicado en la edición impresa del periódico Portafolio - miércoles 13 de julio de 2011.
Bogotá D.C., 13-jul-2011 (Prensa CID). Por invitación de la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana, visitó el paÃs el ex ministro brasileño Reginaldo Braga Alcuri, quien presentó una interesante sÃntesis de las polÃticas que han convertido a Brasil en potencia industrial y gran exportador.
A partir de 1930, la Junta Militar que gobernaba a Brasil emprendió la modernización industrial con mecanismos de protección, instituciones de fomento, entes financiadores, reguladores y un sistema estatal de compras que absorbÃa la producción nacional. El Estado controlaba el petróleo, petroquÃmica, cosméticos y acero, y ello se mantuvo hasta el inicio de la última década del siglo XX.
Tradicionalmente Brasil ha asumido la industrialización como sinónimo de soberanÃa, progreso y desarrollo, por eso, para todos los gobiernos en general el crecimiento industrial ha sido un asunto medular en la agenda polÃtica interna. A partir de 1990, Brasil bajó sus aranceles desde 120 hasta 30/40 por ciento y algunos sectores industriales desaparecieron; pero Fernando Henrique Cardoso, aunque mantuvo la apertura, creó el Ministerio de Desarrollo, encargado de definir la polÃtica industrial y capaz de confrontar la ortodoxia neoliberal del Banco Central de Brasil y del Ministerio de Hacienda.
A partir del 2002, Lula creó el programa Pitcex (PolÃtica de Innovación Tecnológica del Comercio Exterior), señalando sectores claves a prosperar: innovación, desarrollo tecnológico, participación en el comercio mundial, actualización del parque industrial y énfasis en talento humano y energÃas renovables. Esta polÃtica incluÃa diálogo entre Gobierno y sector privado, monitoreo permanente del sector industrial, incremento de recursos para innovación y la coordinación intragubernamental.
Se emprendieron además reformas sociales que incorporaron a la economÃa más de siete millones de consumidores, el Gobierno realizó inversiones industriales para aumentar la producción y responder al incremento de la demanda, sin disminuir las exportaciones, concentrándose en industrias innovadoras y en las pymes. Se establecieron metas especÃficas por sectores para aumentar el comercio regional buscando consolidar la industria aeronáutica y petrolera, apoyados en el poder de compra del Estado, amparados en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) fundado desde 1952; este provee financiamiento para petróleo, ferrocarriles, navieras, siderurgia y electricidad: su cartera es mayor que la del BID…
La coordinación entre Estado y empresarios ha permitido obtener resultados cuantificables y se buscan cuatro metas claras fundamentales: la primera, aumentar la inversión para que la industria logre suficiente oferta económica sustentable; en segundo término, incentivar la innovación por parte del sector privado (en la actualidad la mayor parte de programas de investigación y desarrollo son financiados por el Estado); en tercer lugar, conseguir una mayor participación en las exportaciones mundiales con productos diferentes a los commodities, y por último, aumentar el número de pymes exportadoras. Esta polÃtica toma en cuenta las diferencias entre las industrias más evolucionadas y las más atrasadas, dispone de subsidios e incentivos, depreciación acelerada, financiación con tasas especiales, .marco contractual especial, derechos de propiedad intelectual sobre los desarrollos e inserción de las empresas en el programa de compras de las empresas estatales. Un análisis permanente de la balanza de pagos de cada sector para detectar los ramos rezagados, moviliza recursos a aquellos que lo necesiten y detecta los déficits estructurales.
Dentro de las principales tareas a desarrollar en la industria está reforzar la demanda ampliada, apoyar la capacidad de competencia que tienen las empresas brasileñas y garantizar la transferencia tecnológica para elevar la participación de las industrias intensivas en conocimiento en los sectores que tienen mayor valor agregado.
La presidenta Dilma Rousseff ha planteado una polÃtica de competitividad que incluye metas y objetivos con instrumentos que posibiliten el impulso de los sectores industriales: permite al Estado pagar hasta un 25 por ciento más por los bienes y artÃculos fabricados en Brasil y propone eliminar los impuestos a la nómina: Además, el Estado podrá realizar encargos especiales en ciencia y tecnologÃa a un sector de la industria y busca simplificar los tributos financiando proyectos estratégicos.
En suma, el Producto Interno Bruto brasileño ha crecido sostenidamente durante los últimos años, el paÃs pasó a ser acreedor de otras naciones y aumentó sus reservas hasta 300.000 millones de dólares; ha aumentado el empleo formal, disminuido la desigualdad, llevado a millones de ciudadanos a la clase media, y ampliado su base de consumidores. Brasil es hoy el mayor productor de proteÃna animal, el segundo productor de etanol, el segundo mayor mercado de cosméticos en el mundo y ha formado un tejido industrial de talla mundial soportado en sus empresas multinacionales. Sin embargo, China, su principal socio comercial, amenaza la articulación de las cadenas productivas y la balanza comercial brasileña está concentrada en exportar bienes primarios; y enfrenta el reto de mejorar la educación y preparar suficientes ingenieros y tecnólogos para mejorar la productividad. También se trabaja en infraestructura para mejorar la competitividad de vÃas, aeropuertos y puertos; simplificar el complejo sistema tributario y ordenar las ciudades. Para lograrlo, Brasil dispone de estabilidad polÃtica e institucional; el paÃs tiene autosuficiencia energética, alimentaria y de agua; y su parque industrial es robusto, al mismo tiempo que su agricultura es amplia y tecnificada.
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