Los exportadores han prendido las alarmas porque en lo corrido del año el tipo de cambio
registra una apreciación cercana al 12 por ciento.

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Bogotá, 12-Ago-2010. (Prensa CID). Aunque el proceso revaluacionista del peso colombiano se ha venido acentuando en los últimos meses, es necesario entender que no sólo desde la política monetaria se pueden adelantar medidas para enfrentarla sino que también es necesario prestarle atención a la política fiscal, en manos del Ejecutivo.

Según el decano de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de Colombia, Jorge Iván Bula, para enfrentar la revaluación del peso, que ronda el 12 por ciento en lo corrido del año, es necesario tener una mirada con dos dimensiones temporales diferentes.

En primer lugar, en el corto plazo, debería haber una intervención del Banco de la República, aunque es necesario reconocer que puede tener un impacto limitado. En segundo lugar, la clave para evitar la revaluación pasa por resolver los problemas estructurales de la economía que están relacionados directamente con el déficit fiscal, lo cual supone tomar medidas de fondo.

De la misma forma, las soluciones estructurales tienen que ver con las economías ilegales, algo que todavía se sale de nuestro control y de lo cual no se habla mucho pero que sigue generando ingresos importantes de divisas para país, agrega Bula.

Es decir, que no se puede esperar solucionar el problema de la revaluación tomando medidas de corto plazo, sino que el debate que debe iniciarse pasa por la resolución de problemas estructurales, principalmente en relación con el déficit fiscal sobre el cual el Gobierno sí puede tomar medidas.

Ahora bien, para el decano de Ciencias Económicas, también hay que ir evaluando tanto los costos como los beneficios que el proceso revaluacionista ha tenido sobre la economía, ya que dependiendo del sector que se analice puede encontrarse impactos positivos o negativos.

Si se habla de un importador de bienes finales, en particular, o incluso de bienes intermedios, sin duda la revaluación le va a servir, en buena medida. Esto, en el mercado colombiano va a tener un impacto significativo en términos de baja de precios de bienes de consumo final, como en el caso de los automóviles, por ejemplo, que han tenido un comportamiento a la baja importante.

Podría decirse que efectivamente, desde ese punto de vista, la revaluación puede tener un impacto positivo para sectores importadores y ciertos consumidores de bienes de gama alta o de alta tecnología. En el caso de las empresas farmacéuticas, por ejemplo, eventualmente se presentaría un impacto importante en precios para el mercado interno.

Igualmente, advierte Bula, puede tener un impacto importante para productores nacionales que tengan un elevado componente de insumos o bienes de capital importados, lo cual abaratará sus costos de producción. Por otro lado, el académico destaca que la revaluación genera dificultades para el sector exportador, en particular.

Las empresas que venden a los mercados internacionales, tendrán que enfrentar problemas importantes para competir a través de sus precios. Eso va a traducirse seguramente en dificultades para sostener estos negocios y por lo tanto un impacto importante en la generación de empleos.

De la misma forma, la apreciación del peso podría tener un impacto en el mercado interno, en términos de competencia con los productores nacionales. Dicho de otra manera, los bienes importados que ahora entrarían a precios mucho más favorables en el mercado nacional competirían con productos locales que, obviamente, podrían tener costos más significativos.

En consecuencia, las empresas que compiten con esos bienes importados también sufrirán y tendrán dificultades para mantenerse en el mercado y, como consecuencia lógica, un impacto importante en la generación empleo.

Globalmente, el gran riesgo está en los efectos negativos que tiene el proceso de revaluación de la moneda colombiana para la generación de empleo, puntualiza el decano de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.

Jorge Iván Bula, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE)
de la Universidad Nacional de Colombia opina sobre el fenómeno revaluacionista