|
||||
Tratamiento de emergencia y males de la salud |
Por: Jorge Armando RodrÃguez
Además, expone en exceso la financiación de la atención en salud a la suerte del ciclo de los negocios y de la economÃa formal. Sumando y restando, aunque corrigen algunas deficiencias del sistema, los decretos de emergencia social expedidos entre fines de 2009 y comienzos de 2010 dejan añorando una reforma de fondo a través el Congreso.
En Colombia, para una condición médica dada, la cantidad y calidad de los servicios básicos de salud a los que se tiene derecho varÃa dependiendo de la capacidad de pago del paciente, cuando el único factor diferenciador en este caso deberÃa ser su estado de salud. Subyace a esta injustificada discriminación por factores económicos el hecho de que se ligó la provisión de servicios de salud, contenidos en los planes obligatorios de salud (POS), a la forma de financiación de los seguros que dan acceso a dichos planes, dando origen a los dos carriles de servicios llamados régimen subsidiado (para pobres, seleccionados vÃa Sisben) y régimen contributivo (para no pobres). No es, sin embargo, indispensable que estos dos aspectos estén ligados. Algunos pacientes hacen aportes al fisco, mientras que otros reciben subsidios, pero este hecho no tiene por qué determinar el dictamen médico. La unificación de los planes obligatorios de salud que buscan los decretos de emergencia apunta en la dirección correcta, en la medida en que contrarrestarÃa la citada discriminación asociada al estatus económico, pero la igualación por lo bajo (léase POS del régimen subsidiado) serÃa socialmente perjudicial, considerando lo exiguo de los servicios básicos que se ofrecerÃan. Poner un techo al POS sà resulta en cambio necesario, dado que el presupuesto público, si bien puede ajustarse con el tiempo, no es ilimitado. El dinero, de mano en mano Con la proliferación de la economÃa informal y las elevadas tasas de desempleo, el tamaño de la población que requiere subsidios estatales para adquirir un seguro de salud se acrecienta, pero la regla para determinar el volumen de recursos destinados a financiar el régimen subsidiado no tiene en cuenta esta circunstancia.
En el terreno administrativo, sin embargo, la intervención nacional parece haber ido demasiado lejos, al convertir a las secretarÃas departamentales y locales de salud en apéndices, para muchos efectos prácticos, del ministerio y la superintendencia nacionales del ramo, en contravÃa de la descentralización. Pasiones equivocadas
Como ha señalado Luis Ignacio Lozano del Banco de la República, refiriéndose de modo tácito a la segunda administración Uribe, "la autoridad fiscal no ha diseñado un programa contracÃclico para compensar los efectos de la crisis". Al menos de vez en cuando vendrÃa bien una dosis de keynesianismo. Ese es el trasfondo de la oposición al impuesto al patrimonio, sancionado inicialmente en 2002 con destino transitorio a las Fuerzas Armadas, en algunas toldas académicas y polÃticas. Salvo en el margen, se trata de una falsa disyuntiva. No hay que perder de vista que el impuesto al patrimonio grava a los más pudientes y que los pobres carecen de recursos para sufragar por sus propios medios los costos que demandarÃa la protección de sus vidas. Vale recordar aquà a Adam Smith, para quien una de las primeras obligaciones del Estado es proteger a la sociedad de la violencia. Mejor serÃa apoyar tanto la continuidad de este tributo sobre la riqueza como la eliminación de la destinación especÃfica para seguridad una vez se conjure la "grave perturbación del orden público" a que se refiere la constitución. De otra manera, si no es mediante un nivel de tributación permanentemente más elevado, ¿cómo se va a financiar el Estado social de derecho, uno de cuyos pilares es el derecho a la salud?
|
-
OTRAS NOTICIAS
-
Próximo Debate CID abordará la construcción territorial de la paz
-
Las sanciones aumentarÃan el recaudo fiscal
-
Microcrédito agrario, tema de investigación entre universidades del Zulia y Nacional
-
Congreso INTERGES 2016, un espacio para interactuar y debatir
-
Inflación de enero 2016, los temores se acrecientan.
-
Se acerca el I Congreso Internacional de Gestión de las Organizaciones
-
El reto con las innovaciones y patentes es que todos ganen
-
Propiedad intelectual en el Plan de Desarrollo: Bayh-Dole a la colombiana
-
Un salario mÃnimo 'decente'
-
El plan es cautivar turistas extranjeros*
-
El campo: vientos de reflexión y de transformación
-
Colombia debe subir el impuesto al tabaco para controlar el consumo
-
EconomÃas ilÃcitas se romperÃan con acceso a servicios sociales
-
III Congreso Global en Contabilidad y Finanzas, espacio para miradas alternas
-
Mercado financiero de derivados, con amplias oportunidades de mejora
-
Cuentas 'non sanctas' en la tributación colombiana*
-
Próximo Debate CID abordará la construcción territorial de la paz